Crítica Victoria
Debió ser una premonición. El caso es que elegí esta película en el primer día de la fiesta del cine. Y sí, fué un fieston, ya lo creo.
Elegí esta película del modo que mejor he acertado en mis elecciones cinematográficas. Sin ver ningún trailer, sin leer ni una raquítica sinopsis. Solo el título y, como mucho, el cartel. Y ya está. A esperar a que los estímulos hagan su efecto y se procesen en formato intuitivo. Bueno, en este caso, reconozco que he tenido un poco de ayuda…ya perdonarán. Esa ayuda se llama Festival internacional de fantástico y de terror de Sitges 2015. Era una de las películas a competición del festival, y que quieren que les diga, para mi eso es una garantía.
Desde luego que acerté, porque si ya salí entusiasmado del cine, cada vez que la rememoro, me parece más increíble su rodaje. Lo único que voy a desvelar es que está rodada en un plano secuencia de, ¡ agarrensé !, 140 minutos. Es la duración completa de la película y sin un solo corte, lo que implica una alta dificultad tanta técnica como interpretativa. Visualmente es una película fascinante pues la cámara ofrece siempre un primer plano, como un reportero de guerra, y la trama y los personajes muestran una autenticidad demoledora motivada en parte por su gran dosis de improvisación.
Tras verla he intentado informarme sobre la película en diversas entrevistas a los actores y al director, así como en sendos reportajes de su presentación tanto en el festival de Berlin donde obtuvo el oso de plata a la contribución artística, como en los premios Lola , los Goya germanos, donde arrasaron obteniendo 6 galardones: mejor película, director, actor, actriz, fotografía y música.
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Cuanto más leo acerca de esta obra, más me sorprende, pues al parecer sino era suficiente el gran esfuerzo que supuso rodar 140 minutos de una tacada, nuestra actriz protagonista Laia Costa afirmaba en una entrevista que se habían filmado tres tomas completas, y que a efectos prácticos resultaron como tres rodajes diferentes de tal manera que cada uno evolucionaba modelando el texto inicial, eliminando e incorporando tanto personajes como escenas enteras (después de dos meses previos de ensayos que acabaron en agua de borrajas). Al acabar el rodaje el director escogió la tercera toma como la definitiva.
Aún sin mencionar palabra alguna sobre argumento de la película, esta posee muchos factores suficientemente atractivos y cautivadores para captar la atención de los espectadores. Un plano secuencia que alberga muchos géneros en su interior unido a la experiencia teatral, y a una gran dosis de osadía y de experimentalidad entendida desde su concepto puramente etimológico y no desde el extendido concepto de “paja mental” como es concebido habitualmente…pero sobre todo y ante todo alberga BERLIN.
Antes de despedirme me gustaría sugerir a la productora para la futura edición en soporte Dvd, que incluyera las dos versiones, en mi opinión serían sumamente interesantes.
Autor: Carlos Gómez