Crítica Transcendence
En un momento de “Transcendence” uno de los protagonistas se pregunta donde esta el alma de una persona. Esta duda, esta pregunta que da para mucho juego y en la que por supuesto entran las consideraciones personales y religiosas de cada uno se puede plantear acerca de la propia película. Por desgracia esta cinta y a pesar de contar con todos los elementos necesarios para hacer de ella una gran película de ciencia ficción, una de esas cintas que llevando al extremo el uso de la tecnología nos podría hacer reflexionar acerca de si el uso que se esta haciendo actualmente de ella es correcto o no, acaba derivando en una aburrida cinta que hace que su visionado sea realmente tedioso. Un gran reparto del todo desaprovechado, la presencia de Christopher Nolan como productor ejecutivo (Cuando veo un trailer donde el nombre del productor destaca tanto me echo a temblar) y una forma de plasmar la historia escrita por Paglen sin pasión, de una manera tremendamente monótona y con una duración (casi dos horas) del todo excesiva hacen de esta cinta una de las grandes decepciones de la temporada.
Tan monótona e impersonal resulta la dirección de Wally Pfister que “Transcendence” solo sirve como ejercicio fílmico para analizar las múltiples fuentes de las que bebe la historia. No solo la serie producida por J.J. Abrams “Revolution” nos viene a la cabeza gracias a la escena inicial que sirve para introducirnos en la historia donde se nos muestra un futuro sin ordenadores, sin electricidad, en una escena comparable a la situación que nos narraba “Revolution” en su episodio piloto. A cierto nivel si cogiéramos este episodio esta película podría funcionar perfectamente como una precuela. Pero si hay una película reciente que se puede comparar con “Transcendence” esa es “El origen del planeta de los simios” (“Rise of the planet of the apes”), no solo por la falta de sorpresa que lleva aparejada la historia si no también por el hecho de narrar el inicio de un proceso que llevará a la humanidad a una situación extrema, pero si bien Ruppert Wyatt consigue superar ciertos lastres como que estamos ante una precuela y ya sabemos como termina, rodando una muy entretenida cinta de aventuras, “Transcendence” es capaz de aburrir incluso al espectador mas entregado. Es una lastima que los elementos comunes a “Revolution” y “El origen del planeta de los simios” la perdida de una posición predominante y cómoda por parte de los hombres, la vuelta a un estado primitivo no resulte importante para el director y para el guionista y acabe siendo tratado de una manera tan breve y pobre. Si algo le sobra a esta película son ideas sin desarrollar correctamente o directamente ideas sobre las que se pasa por encima sin ningún pudor.
Tampoco cintas de terror como “La invasión de los ultracuerpos” (“Invasion of the body snatchers”) o “Invasores de Marte” (“Invaders from Mars”) y sus posibles variaciones donde toda una comunidad trabaja de forma conjunta en una sola dirección perdiendo la capacidad de pensar de forma individual pasan desapercibidas (Sobre todo cintas clásicas de terror donde su usaban estos conceptos para meter miedo a la gente ante por el ejemplo el comunismo). Aunque aquí Pfister no usa estas ideas como metáfora política si no como un medio de dotar a su cinta de cierta acción para sacar al espectador del tedio y del aburrimiento que le va atrapando y consumiendo conforme avanza la película. Y aquí volvemos a encontrarnos con otro concepto desaprovechado, si ni Pfister ni Paglen querían tocar el tema político en su cinta bien podrían haber usado todas las ideas que se muestran para analizar en profundidad la supeditación del hombre ante un nuevo Dios o el tema del libre albedrío (Se habla de estos temas, especialmente del primero pero no se trabaja en su desarrollo de forma satisfactoria) ya que en “Transcendence” se plantea la duda acerca de donde se encuentra el alma, acerca de la necesidad del hombre de buscar y de crear Dioses podrían haber arriesgado un poco mas y haber tocado y analizado en profundidad el tema de las creencias religiosas pero supongo que tocar un tema tan delicado podría haber levantado demasiadas suspicacias especialmente en Estados Unidos. Incluso la reciente “The East” de Zal Batmanglij esta presente en “Transcendence” ya que en ambas cintas un grupo de terroristas antisistema planean y llevan a cabo ataques contra grandes corporaciones (En el caso de la cinta de Batmanglij contra empresas con practicas poco éticas aunque llevando el tema al terreno personal y en el de la cinta de Pfister contra aquellas empresas que trabajan en el estudio y desarrollo de una inteligencia artificial) y como ocurre en los casos mencionados anteriormente tras usar un elemento tan potencialmente interesante como este el director lo deja de lado desaprovechando así todo el juego que podría haber dado gracias a su enfrentamiento con la policía y gracias sobre todo a la relación entre los intereses de este grupo y de los propios protagonistas.
Pero el referente mas claro, el más obvio de todos los que nos vienen a la cabeza es “El cortador de césped” (“The Lawnmover man”) película dirigida en 1992 por Brett Leonard con Jeff Fahey y Pierce Brosnan donde un científico usaba un cobaya humano en un experimento para incrementar la inteligencia humana. Si bien es cierto que el punto de partida de ambas cintas es un tanto diferente (El sujeto cuya inteligencia se desarrolla de manera exponencial es un deficiente mental en el caso de la cinta de Leonard y un científico en el caso de la de Pfister) ciertas ideas y ciertos conflictos que se plantean en ambas películas acerca del uso de la tecnología y de los ordenadores resultan bastante parecidas (Aunque la cinta de Leonard se basaba en una historia corta de Stephen King cuyo nombre tuvo que ser retirado de los títulos de crédito tras una demanda del escritor, esta no dejaba de ser la versión 2.0 de la novela de Daniel Keyes “Flores para Algernon”). La sensación que tuve hace años al ver “El cortador de césped” en el cine, la sensación de estar ante una cinta que podía marcar un antes y un después en la historia de la ciencia ficción y encontrarme simplemente ante un gran ejercicio de marketing (Esta se publicitó sobre todo por ser la primera película que utilizaba elementos de la realidad virtual) tan vacío como insustancial es exactamente la misma que tuve al ver, entre un festival de bostezos, “Transcendence” (Me gustaría decir que es una exageración, que es un recurso que utilizo para remarcar lo aburrida que me pareció la cinta de Pfister, pero lo cierto es que desde hacia tiempo no escuchaba tal cantidad de bostezos en una sala… eso si hay que reconocer que no hubo espantada general y que todos los espectadores aguantamos hasta el final)
Sorprendentemente lo que mas me llamó la atención fue ver a Josh Stewart el protagonista de “The Collector” y la segunda parte de esta “The Collection” en esta película (Lo siento pero en algunas tomas Stewart me sigue pareciendo un Raul Arevalo pasado de kilos). Un correcto y muy controlado Johnny Depp (Gran actor pero con tendencia a la sobreactuación que a veces resulta genial como en la primera parte de la saga de piratas del Caribe pero que en otras como en “La ventana secreta” – “Secret Window” es capaz de destrozar una película… aunque en este caso hay que sumar la desastrosa realización de David Koepp), bien secundado por Rebecca Hall y Paul Betany pero donde este tiene una presencia un tanto irregular y un personaje no del todo bien desarrollado (Lo que sumado a otros elementos nos lleva a pensar que “Transcendence” ha sufrido el efecto de la tijera) Lo mas decepcionante a nivel de personajes es la escasa presencia de Kate Mara cuyo papel podría equipararse a descorchar una botella de champán, un Morgan Freeman cuya presencia parece estar mas justificada como reclamo que por su papel y un muy desaprovechado Cillian Murphy. Resulta increíble que un actor como este que ha demostrado ser capaz de enfrentarse casi a cualquier reto tenga una presencia tan insustancial y plana en esta cinta.
“Transcendence” resulta a todas luces una grandísima decepción. Ni la historia es aprovechada a pesar de poseer ideas y elementos suficientemente interesantes, ni el ritmo con el Pfister dota a su película consiguen hacer de esta cinta un espectáculo minimamente entretenido para el espectador. Aburrida hasta decir basta, totalmente prescindible.
Lo Mejor: Aunque es larga no es eterna… tras dos horas se acaba.
Lo Peor: Resulta realmente aburrida
Año: 2014
Género: Ciencia Ficción – Drama
Duración: 119 min
Director: Wally Pfister
Guión: Jack Paglen
Música: Michael Danna
Interpretes: Johnny Depp, Rebecca Hall, Paul Bettany, Cillian Murphy, Kate Mara, Morgan Freeman, Clifton Collins Jr, Josh Stewart, Cory Hardrict, Cole Hauser
Sinopsis: Will Caster es un científico obsesionado con la idea de investigar y desarrollar una inteligencia artificial con la capacidad de igualar y superar a todas las grandes mentes de la humanidad, pero cuando sea atacado por un grupo terrorista su conciencia tendrá que ser traspasada a una maquina…