Crítica Todas las cosas buenas

 Andrew Jarecki se dio a conocer internacionalmente gracias al documental “Capturing the Friedmans”, un impresionante documental que analizaba la transformación de la familia Friedman cuando el cabeza de familia y el hijo menor de la misma fueron acusados de abusos a menores. El documental se beneficiaba de numerosisimo material familiar y sirvió para analizar tanto el juicio como el efecto que tuvo la denuncia sobre todos y cada uno de los miembros de la familia. “Capturing the Friedmans” fue un éxito de crítica y tuvo, en el 2004, una nominación al Oscar como mejor documental. Para su siguiente largo Jarecki sigue con su obsesión acerca de narrar hechos reales o inspirados en la realidad sobre una familia y como un hecho en el que se ve involucrado el o la cabeza de familia puede arrastrar al resto de la misma. Si en “Capturing the Friedmans” estábamos ante la denuncia por abusos sexuales del cabeza de familia y uno de sus hijos, en “Todas las cosas buenas” nos encontramos ante el trauma producido por el suicidio de la cabeza de familia. La visión de un hecho tan traumático marcará el desarrollo emocional del protagonista, impidiéndole desarrollarse de forma natural dentro de la pareja y desarrollando una psicopatía que hace que, David Marks, el personaje interpretado por Gosling nos recuerde en ciertos momentos al interpretado por Anthony Perkins en “Psicosis”. Los traumas de ambos personajes están relacionados con sus respectivas madres y aunque ambos personajes tienen distintas maneras de “afrontar” dichos traumas podemos encontrar ciertos rasgos que nos resultan comunes.

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Pero el salto al largo no documental por parte de Jarecki resulta un tanto decepciónante. Y el problema no esta en el reparto escogido: Aunque Ryan Gosling resulta bastante creíble en su papel de persona traumatizada por la muerte de su madre y su opresivo padre, si que se observa que parece dar argumentos a sus detractores, a aquellos que dicen que interpreta sus personajes de la misma manera, Kirsten Dunst demuestra, como ya hizo en “Melancolía” que es una actriz de la que se puede sacar mucho. El problema de “Todas las cosas buenas” es que estamos ante una historia que hemos visto una y mil veces en la sobremesa de un sábado o domingo en cualquier canal de televisión. Y cuando eso ocurre me cierro en banda. Hay que esperar mas de la persona que dirigió “Capturing the Friedmans”, excepto en ciertas escenas (como el montaje de la escena donde Gosling mata una mosca, o los saludos a Gosling y Dunst en el Hotel y el hospital respectivamente) estamos ante un producto rodado de una manera impersonal. Si, es cierto que en esta y su anterior película Jarecki explora el trauma de las personas dentro de una familia, pero la forma en la que esta rodada “Todas las cosas buenas” es excesivamente fría, carente de pasión. Por desgracia estamos ente una película de la que cabría que esperar mucho mas…


Lo Mejor:
El reflejo del trauma de Gosling
Lo Peor: No aporta nada nuevo

Título: Todas las cosas buenas – All the good things
Año: 2010
Genero: Drama – Thriller
Duración: 101 min
Director: Andrew Jarecki
Guión: Marcus Hinchey y Marc Smerling
Música: Rob Simonsen
Interpretes: Ryan Gosling, Kirsten Dunst, Frank Langella, Philip Baker Hall, Kirsten Wiig, Lily Rabe
Sinopsis: David esta traumatizado por la muerte de su madre y la presión que ejerce su padre para que continúe con los negocios familiares. Conocer a Katie puede ser lo que necesita para alejarse de su padre y ser feliz.

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