Crítica They look like people
Con solo dos películas Shane Carruth tiene en Perry Blackshear un claro admirador de su estilo y de la idea que este tiene de mezclar elementos propios del cine de ciencia ficción, intriga y/o misterio para profundizar temas que en cierto modo se alejan de la historia que se podría considerar como principal. Si en ‘Upstream color’, Carruth nos dejó una cinta por momentos incomprensible en la que este narraba una atípica historia de amor en la que dos personas con pasados traumáticos se encontraban y conectaban, Blackshear habla de la esquizofrenia y de la incapacidad de superar el pasado (Idea esta que parece ser recurrente en el reciente cine de ciencia ficción ‘low cost’. A pesar de no estar muy de acuerdo con el término ‘low cost’ hay que reconocer que ciertas películas que se han podido ver últimamente, no tienen un gran presupuesto y la falta de efectos especiales se sustituye con el ingenio y con unas poderosas historias. Tanto ‘Another Earth’ de Mike Cahill y esa vuelta de tuerca a la noche del cometa que es ‘Coherence’ de James Ward Brykit, muestran la incapacidad de sus dos protagonistas Rhoda -Brill Marling- y Em -Emily Baldoni- de aceptar las decisiones y los hechos del pasado que las han llevado a la situación en la que actualmente se encuentran. Resulta sorprendente que ambas cintas usen el concepto del doble para expresar esta idea. Es difícil no acordarse también de ‘Die Tür’ de Anno Saul, película que parece que fue tomada como base por Ernesto Díaz Espinoza para su corto ‘C is for Cycle’ de la película colectiva ‘The abc’s of the death’. La notable cinta del director alemán basada en la novela de Akif Pirincci, vuelve, como hacían Cahill y Brykit a tratar el peso de las decisiones erróneas y el doble para desarrollar una historia tan dramática como interesante)…
… ya que las relaciones que mantenían se han roto. Si bien es cierto que esta idea está más desarrollada en el caso de Christian que en el de Wyatt. Blackshear solo muestra imágenes de la relación de Wyatt con su ex-, algo que sirve para alimentar la paranoia que sufre este, pero profundiza mas en Christian (En lo que a su ex-pareja se refiere) de una manera que creemos que a su ‘maestro’ Carruth no le disgustaría precisamente. Si en ‘Upstream Color’ el director americano usaba de forma recursiva el ‘Walden’ de Thoreau repitiendo en algunos momentos de la película varios fragmentos de la novela –algo que hacía que tuviéramos la sensación de que por no haber leído a este autor la película se nos escapaba completamente-, en ‘They look like people’, Christian escucha de manera compulsiva una cinta de autoayuda que parece grabada por su expareja. Aunque Mara -Margaret Ying Drake- entra en su vida, la idea de la incapacidad de superar relaciones pasadas está presente por la forma en la que este escucha constantemente la cinta. Blackshear analiza la esquizofrenia que sufre Wyatt, pero no solo este personaje sufre algún tipo de trastorno. Si bien en este caso, este sufre un trastorno psiquiátrico, Mara tiene uno de tipo neurológico que le lleva a escuchar en ciertos momentos alguna melodía igual que le sucedía a su madre. Es inevitable no pensar en el caso desarrollado en el capítulo ‘Reminiscencia’ que Oliver Sacks desarrolló en su libro ‘El hombre que confundió a su mujer con un sombrero’ donde este contaba el caso real de una anciana que empezó a escuchar una canción que le cantaba su madre cuando esta era pequeña. El trastorno que Mara y su madre comparten parece ser el mismo que el de la paciente de la que habla Sacks y en el caso de ‘The look like people’ sirve para que el protagonista sienta conectar con alguien. No hay que dejar de lado que los tres protagonistas de la película (Sandy interpretada por Elena Greenlee no deja de ser un personaje muy secundario) arrastran algún tipo de trauma (La esquizofrenia de Wyatt, la manera en la que Mara escucha esas melodías, la incapacidad de superar la perdida y la falta de confianza en si mismo de Christian), lo que nos lleva a pensar que el título de esta película es bidireccional: Para Wyatt la gente que le rodea está infectada a pesar de su apariencia humana, pero tanto este como Christian y Mara intenta salir adelante con sus traumas y su incapacidad para aceptar ciertas situaciones, fingen aparentar normalidad de la que no disfrutan (Aunque en el caso de Wyatt sea mas difícil conseguirlo) en un mundo donde lo diferente es señalado y rechazado.
Por mucho que las sinopsis de esta película hagan referencia a como ve a la gente el protagonista de esta cinta, el espectador ha de alejarse de ciertos referentes como las novelas ‘Los ladrones de cuerpos’ de Jack Finney (Y sus correspondientes versiones cinematográficas) o ‘Los sin nombre’ de Ramsey Campbell (Balagueró tomó como base esta novela para la película que supuso su debut en la pantalla grande. Aunque este se mantiene fiel a ciertas ideas desarrolladas por Campbell en su novela -la llamada de la hija a que se creía muerta, la existencia de una secta-, otras muchas fueron cambias por el director catalán en lo que se puede considerar todo un acierto. En la obra original de Campbell este consideraba a los miembros de la secta como meros envoltorios donde no había atisbo de las personas que antes eran, este hecho enlaza de alguna manera con los personajes de la novela de Finney y también con la psicosis que sufre Wyatt) y películas como ‘They Live’ de John Carpenter (La cinta de Blackshear carece de la gran carga crítica de la película de Carpenter -Considerara por el filosofo Slavoj Zizek como una de las grandes obras maestras olvidadas del Hollywood de izquierdas- comparte con esta la idea de un personaje principal que considera que el mundo esta habitado por extraterrestres. Si en ‘They Live’ el protagonista se daba cuenta de esto gracias a una gafas que encontraba por casualidad, en ‘They look like people’ las llamadas de teléfono que recibe este sirven para confirmar esta situación) o ‘Broken’ de Sean Ellis (El título de esta película sería perfecto para la cinta dirigida por Blackshear ya que refleja el estado de su protagonista principal. Ellis que deslumbró a medio mundo con su ‘Cashback’ nos dejó en su segunda película una cinta que se acercaba, otra vez, a la idea del doble y que guardaba cierto parecido con algunos de los elementos expuestos por Finney en su novela. La película que fue vapuleada en su momento, es una de esas cintas que hay que recuperar). La historia de Blackshear está mas cercana al drama que a la ciencia ficción o el misterio: Lo importante no es saber si aquello que ve Wyatt es cierto o no, lo importante es ver como este se relaciona con la gente que conoce y pone patas arriba su existencia y la de los que le rodean (Algo parecido ocurre con ‘I’m a cyborg but that’s ok’ de Park Chan-Wook, no importa tanto si la protagonista es un cyborg o no, si no como esta se comporta con la gente y como hace participe a los demás de lo que ella siente y cree).
A pesar de la corta duración de esta película, ‘They look like people’ se toma su tiempo para desarrollar la historia y acercarse a sus personajes. Se aleja de la complejidad del cine de Carruth pero se acerca a él en la forma pausada escogida por el director para hacer evolucionar a la historia, lo que hace que esta no sea una película fácil ni complaciente para el espectador (Sobre todo si este es impaciente o si se cree que está ante una cinta de ciencia ficción). Si en ‘Primer’ Aaron (Shane Carruth) y Abe (Dave Sullivan) desarrollan su maquina del tiempo, primero en el garaje de su casa y luego en un almacén, en ‘They look like people’, el sótano de la casa de Christian es usado como base de operaciones de Wyatt (Otra idea más que acerca a Blackshear al cine de Carruth). Son múltiples los planos de esta película que nos pueden lleva a pensar en ‘Antoher Earth’ (así como la textura de ciertas imágenes) y otras cintas similares incluyendo algún efecto que puede hacernos acordarnos de cortos como ‘Lights out’ y que juega en contra del resultado final de la cinta. La película de Blackshear se encuadra en un universo conocido por muchos con un aroma que puede resultar demasiado indie lo que puede frenar a mas de uno (Sirva de ejemplo la escena de los tres protagonistas esperando en la sala de un hospital).
El tono escogido por el director y ciertas escenas que no aportan demasiado (Por momentos el espectador podrá creer que se han alargado de manera innecesaria ciertas partes de la historia. Tal vez Blackshear tuviera una buena idea para un mediometraje pero un largo parece algo excesivo) hacen que esta película me costase (A pesar de que me declaro fan de este tipo de cine y a pesar de la gran cantidad de premios que ha recibido esta película) lo que me lleva a pensar que puede que mucha gente se acabe aburriendo mucho con la cinta de Blackshear. No me atrevo a recomendar una película como esta, tiene ideas y elementos a su favor pero hay otros que juegan en su contra (La forma que tiene el director de mostrar la paranoia de Wyatt está por momentos muy conseguida pero, especialmente en la parte final de la película, resulta muy chapucera y forzada). Que cada uno decida si este tipo de cine es el que le gusta. ‘They look like people’ a pesar de ser una cinta de una corta duración, no es una película complaciente con el espectador. El que avisa no es traidor…
Lo mejor: Las imágenes de la pesadilla de Wyatt con Christian. La forma en la que el director muestra a Christian escuchando la cinta de autoayuda en el metro.
Lo peor: .Ciertas escenas están alargadas y no aportan nada como el momento en el que los protagonistas se dedican a jugar con calcetines. La escena final carece de la fuerza necesaria
Año: 2015
Género: Drama – Intriga – Misterio
Duración: 80 min.
Director: Perry Blackshear
Guión: Perry Blackshear
Sonido: Jordan King
Interpretes: MacLeold Andrews, Evan Dumouchel, Margaret Ying Drake, Mick Casale, Elena Greenlee
Sinopsis: Wyatt cree que la gente que le rodea no son humanos si no terribles y extrañas criaturas. Al reencontrase con su viejo amigo Christian, Wyatt se debatirá entre contarle la terrible conspiración que acecha a la humanidad o mantener el secreto y protegerlo.