Crítica The Babadook
Hay que tener cuidado con “The Babadook” o por lo menos con todo lo que nos están diciendo acerca de esta película: Desde las declaraciones de William Friedkin reconociendo que esta es la película que mas miedo le ha dado (Y claro siendo que quién ha pronunciando estas palabras ha sido el director de “El Exorcista” – “The Exorcist” hay que tenerlas en cuenta sobre todo por que son una gran publicidad para la cinta de Jennifer Kent) a eso hay que sumar todas las reseñas y comentarios tanto en páginas especializadas, blogs y twitter que parecen querer reforzar esta idea. Y si, siendo honrado hay que decir que “The Babadook” inquieta, nos pone por momentos los pelos de punta pero quedarnos con que la cinta de Jennifer Kent es meramente una película de terror implica dejar de lado el verdadero sentido acerca de lo que Kent quiere hablarnos.
Y es que “The Babadook” esta más cerca del drama que del terror, la propuesta cinematográfica Kent no habla de amenazantes presencias venidas del más allá que amenazan a una familia monoparental (Aunque en un principio la historia parezca reforzar esa idea), no, la película de Kent habla de la depresión y de la imposibilidad de superar la pérdida. Los fantasmas no surgen de una dimensión desconocida que hay entre el mundo de los vivos y los muertos, no, esa amenaza, ese miedo nace dentro de los propios protagonistas y eso es lo que hace de “The Babadook” algo terrorífico: La imposibilidad de enfrentarse a los propios sentimientos, condena de la que uno no puede escapar. Si nuestra aproximación a esta cinta no es desde el drama es posible que dejemos muchas ideas en el tintero y es probable que muchos no lleguen a entender la verdadera importancia de la película en su conjunto y por tanto se puedan sentir parcialmente decepcionados.
La fuerza de la película de Kent radica principalmente en el gran trabajo de sus dos protagonistas: Una soberbia Essie Davis ganadora muy merecidamente del premio a la mejor actriz en el pasado Festival Internacional de Sitges y que da vida a una madre desesperada, incapaz de superar la muerte de su marido el día que dio a luz a su hijo, y un notable Noah Wiseman que interpreta al hijo de esta en un rol que pondrá de los nervios a más de uno llegando a sacarnos de quicio y desesperarnos de una manera difícilmente imaginable. Kent nos deja una primera media hora realmente arriesgada donde desarrolla el conflicto entre la madre e hijo dando una gran importancia a este último hecho este que puede llegar a saturarnos pero esta idea, esta forma de rodar la parte inicial de la película donde se recalcan los problemas de comportamiento y conducta de Samuel (Noah Wiseman) es usado con maestría por parte de Kent para hacer avanzar a la historia de forma que el desarrollo del conflicto adquiera una dimensión dramática y sobre todo quede justificada de forma lógica dentro de la evolución de los personajes especialmente en el de la madre. La directora nos pone en la posición de esta y aunque no consigue que sintamos la perdida de su marido como nuestra si que logra que sintamos esa sensación de agobio, de miedo, de verse desbordada al intentar criar un hijo al que no solo no entiende si no que además considera poco menos que culpable de su situación actual vertiendo sobre el toda su frustración.
Hay una referencia claramente reconocible al ver “The Babadook” y esa no es otra que “El Resplandor” (“The Shining”) de Stanley Kubrick ya que ambas películas cuentan el proceso de locura de los personajes principales y la relación que estos establecen con los miembros de su familia, si bien es cierto que la cinta de Kubrick se basa en la novela homónima de Stephen King y esta explota el lado sobrenatural de todo aquello que le ocurre al protagonista mediante la justificación de que el hotel donde suceden los hechos, el Overlook, esta construido sobre un antiguo cementerio indio y aunque se apuntan los problemas con el alcohol y los maltratos que el protagonista infringió a su hijo estas ideas quedan un tanto diluidas ante las fantasmagóricas presencias que habitan en el hotel y el extraño poder que comparte el hijo del protagonista con Dick Halloran (Scatman Crothers). En “The Babadook” Kent también se intenta explotar el componente paranormal gracias a un misterioso libro que parece invitar al mal a entrar en casa este recurso es usado por momentos de manera un tanto engañosa por parte de la directora para jugar con el espectador hecho que no era para nada necesario y que parece justificar que mucha gente considere esta película una cinta meramente de terror. (Volvemos a enconarnos con una representación física de la locura si en “Carretera Perdida” – “Lost Highway” el protagonista Fred Madison se encontraba con un extraño hombre que le reconocía a este en una de las mas perturbadoras escenas jamas vistas que solo entraba allá donde era invitado, en “The Babadook” es ese extraño libro quien ejerce ese papel y tal como reza el libro: mientras mas me niegues mas fuerte me haré)
Jennifer Kent consigue dotar a su película de una atmósfera enfermiza, sin llegar a lo que hizo Marina de Van en su apreciable pero bastante irregular “Dark Touch” esta consigue dejarnos momentos que generan en el espectador sensaciones bastante incomodas: Esa fiesta de cumpleaños a la que asisten madre e hijo, esa conversación que mantiene esta con el resto de las madres consigue perturbarnos completamente. Si bien los niños protagonistas de “Dark Touch” están mas cerca de los de “El pueblo de los malditos” (“Village of the Damned”), Samuel en este preciso momento parece sacado directamente de la notable “The Children” y consigue dejarnos una de esas escenas aparentemente simples pero del todo perturbadora. Para conseguir la atmósfera malsana que destilan muchos fotogramas de “The Babadook”, Kent saca el máximo provecho a la casa de los protagonistas, lugar que nos hace acordarnos de la reciente “The Canal” cinta con la que “The Babadook” comparte ciertos aspectos como la idea de encontrarse ante un padre que ha de cuidar de su hijo tras la violenta muerte del otro miembro de la pareja y donde este sufre un proceso imparable de psicosis. Dejando de lado que estas películas poseen desarrollos e ideas diferentes, Kent muestra con maestría la amenazadora presencia que acosa a los protagonistas dentro de su casa, hecho que en manos de Ivan Kavanag director de “The Canal” le hace irse por el terreno de las presencias paranormales estilo asiático para ni siguiera conseguir acercarse a lo que ha logrado la directora australiana.
Pero no todo es bueno en “The Babadook”, no todo se reduce a un análisis acerca de si estamos ante una cinta de terror o un drama con tintes terroríficos, por desgracia a Kent se le ha ido un tanto la mano a la hora de plantear ciertas situaciones y la sensación de ver ciertas escenas que parecen extraídas de “Solo en Casa” (“Home Alone”) puede hacer las delicias de los seguidores mas fanáticos de la acción y la violencia pero para el resto pueden estar un tanto fuera de lugar haciendo que por momentos estas escenas nos saquen de la película, por suerte estas escenas son escasas y la directora consigue redirigir la historia rápidamente. Con todo “The Babadook” es una de las propuestas cinematográficas mas estimulantes del año a la que tenemos que acércanos desde su perspectiva dramática ya que si lo hacemos solo desde el punto de vista del terror la interpretación de los protagonistas especialmente la del niño nos puede poner de los nervios e impedir que acabemos viendo la notable cinta de Jennifer Kent. Muy Recomendable.
Lo mejor: Los dos actores principales soberbios cada uno en su papel.
Lo peor: La escenas a lo “Solo en Casa” (“Home Alone”). Que nos la vendan como una película de terror dejando de lado toda la parte dramática.
Título: The Babadook
Año: 2014
Género: Drama – Terror – Thriller
Duración: 93 min.
Director: Jennifer Kent
Guión: Jennifer Kent
Música: Jed Kurzel
Interpretes: Essie Davis, Daniel Henshall, Noah Wiseman, Tim Purcell, Hayley McElhinney, Cathy Adamek, Adam Morgan, Barbara West, Carmel Johnson, Jacqy Phillips
Nota: 7
Sinopsis: Amelia es una mujer incapaz de cuidar de su hijo debido a su dificultad para superar la muerte de su marido en un accidente de tráfico. Pronto descubrirá que en su casa hay un presencia maléfica que les acecha.