Crítica The act of killing

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act-killing Extraño documental el que nos presenta Oppenheimer, extraño en forma pero no en fondo. Y es que la forma escogida por el director para narrar las atrocidades cometidas por los gansters (Palabra que según los protagonistas del film tiene su origen en la palabra “hombre libre”) y paramilitares durante los años 1965 y 1966 en Indonesia donde mas de un millón de personas acusadas de ser comunistas fueron asesinadas, es mostrar a los orgullosos asesinos con una libertad absoluta para reconstruir sus crímenes delante de la cámara como si ellos mismos interpretaran a los protagonistas de una películas de vaqueros, de gansters en una película clásica americana o incluso un musical. Este hecho puede hacer que más de un espectador desvíe su centro de atención de las atrocidades cometidas por los protagonistas de la cinta al egocentrismo del que estos hacen gala durante todo el metraje gracias entre otras cosas a la exótica propuesta de Oppehnheimer. Y digo exótica porque personalmente no se me ocurre otra manera de describir las recreaciones de los protagonistas.

El documental de Oppenheimer se adentra en un terreno oscuro, muy oscuro que plantea diversas preguntas al espectador. La primera y casi principal es si estas personas se merecían un documental como este. Es cierto que en algún momento el entrevistador se muestra muy crítico con los torturadores como cuando Anwars Congo que tras interpretar a un torturado en una película de gansters de los años 40 ó 50, dice que entiende perfectamente lo que sentían las personas a las que torturó y mató, que entiende esta perdida de dignidad, a lo que el entrevistador responde que es imposible que lo entienda ya que el sabe que esta interpretando una película y la gente a la que torturó sabia perfectamente iba a morir. Por mucho que nosotros veamos este documental como una crítica a todo lo que hicieron, como una muestra de la barbarie cometida en Indonesia durante aquella época, el hecho de que los protagonistas sean considerados héroes nacionales en su país, que este documental infle aún más sus egos ya de por si hinchados y que la dureza del entrevistador solo se aprecie en ciertos momentos, hace que duela todavía mas lo que vemos y nos planteemos si de verdad esta era la forma correcta de mostrar los interrogatorios y los crímenes que llevaron acabo. ¿Acaso no es lo suficientemente duro escuchar como una persona tuvo que enterrar a su padrastro en una cuneta o como Congo apoyaba la pata de una mesa en la garganta de una persona para sentarse encima de ella hasta que moría para encima tener que ver a Congo y sus secuaces como estrellas de la gran pantalla? Por mucho que haya ciertas muestras de arrepentimiento por parte de alguno de los protagonistas, esto no consigue hacernos cambiar nuestra opinión acerca de lo que estamos viendo y acerca de cómo lo estamos viendo.

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Dejando esto de lado y siendo cada uno el que considere si la forma escogida por el director es acertada o no, el documental de Oppenheimer tiene múltiples lecturas. Si Werner Herzog esta detrás podemos ser capaces de intuir antes de ver “The act of killing” que nos vamos a encontrar con personajes a cada cual mas extraño y donde muy probablemente, además de hacer un análisis de la naturaleza humana, estaremos también ante un análisis de la locura y el egocentrismo de los personajes. Es inevitable no acordarse del protagonista de “Despair” de Nabokov, que al igual que los personajes que nos presenta Oppenheimer en su documental también se considera el protagonista de una película. Las justificaciones que encuentran los protagonistas para no sentirse culpables de todos aquellos crímenes que cometieron realmente merecerían un profundo análisis por parte del director del documental. Y es aquí donde la frase: “Los árboles no dejan ver el bosque” viene perfecta, la forma del documental, sus recreaciones pueden hacer que perdamos de vista que todo lo que nos están contando es real y solo nos quedemos con lo llamativo de su propuesta y no con el fondo de la misma. Y es que “The act of killing” toca todos los temas que envuelven a un exterminio: las manipulaciones en los interrogatorios para hacer que la gente parezca culpable, la elección de los culpables porque no comparten sus ideas políticas, el uso de películas propagandísticas para mostrar la crueldad del enemigo (Impagable el momento en el cual los protagonistas reconocen que dichas películas eran mentira y que ellos eran mas crueles que el enemigo, llegando a la conclusión de que la película que están rodando impactará en la gente mas que aquellas películas), el miedo de un pueblo sometido incapaz de quitarse la venda de los ojos o la defensa de una falsa libertad ante la amenaza del enemigo (Parece que el mayor crimen comunista fue prohibir las películas americanas y que los gansters no pudieran revender entradas de cine. Se echa de menos un mayor análisis de las causas que justificaron toda esa violencia en Indonesia, en ese punto “The act of killing” es donde se encuentra su mayor punto débil) y que deja paso a un gobierno corrupto cuyo mayor interés es el soborno y el enriquecimiento propio dejando de lado las necesidades de su pueblo.

“The act of Killing” es uno de los documentales mas extraños y perturbadores que nos podemos encontrar. No se fácil su visionado y su versión extendida se hace un tanto pesada, llega casi a las dos horas y cuarenta minutos. Extraños personajes tratados como héroes que nos mostraran la parte más oscura de las personas. Se echa de menos un mayor análisis de las causas que llevaron a comentar en Indonesia un exterminio como este, aun así estamos ante un documental muy recomendable.

Lo mejor: Los testimonios en primera persona de los torturadores
Lo peor: Las recreaciones pueden hacernos desviar la vista sobre lo que realmente nos están contando

Título: The act of killing
Año: 2012
Género: Documental
Duración: 115 min – Extendida 159 min
Director: Joshua Oppenheimer, Christine Cynn y Anonymous
Música: Karsten Fundal
Interpretes: Anwars Congo, Herman Koto, Jusuf Kalla, Haji Mazurki, Safit Pardede, Ibrahim Sinik, Haji Anif, Syamsul Asmara
Sinopsis: Considerados en Indonesia como héroes nacionales, Oppenheimer reta a los protagonistas del documental a representar los crímenes que cometieron exterminado a los comunistas durante los años 1965 y 1966