Crítica Stoker
Si el sello de Kim Jae-Woon quedaba diluido en “El último desafío”, su debut americano, debido a un flojo guión y por estar ante un producto pensando por y para el lucimiento de Arnold Schwarzenegger, cabria pensar que en la aventura americana de Park Chan-Wook con Nicole Kidman en el reparto iba a ocurrir exactamente lo mismo: un gran director asiático doblegado por una floja historia preparada para el lucimiento de una estrella. Park Chan-Wook tiene entre manos una historia mil veces vista en el cine: tras la muerte del padre de la protagonista, un familiar del que ella desconocía su existencia irrumpe en su vida con la intención de quedarse, siendo este una oscura presencia que despertará todo tipo de sentimientos. Pero el director surcoreano coge la historia y la lleva a su terreno, a un terreno enfermizo y malsano donde este se maneja a la perfección, mostrando personajes torturados y sacando a la luz su lado más oscuro y morboso, despertando sus más bajos instintos para llevarlos a situaciones limite. La filmografía de Park Chan-Wook esta plagada de personajes psicológicamente torturados: Ese cura de “Thirst” que transformado en vampiro tendrá que aprender a lidiar con su sed de sangre y sexo, Oh Dae-su y Lee Woo-Jin, secuestrado y secuestrador en “Old boy”, emocionalmente destrozados, llevando a ambos a tomar drásticas decisiones, Lee Geum-ja protagonista de “Sympathy for Lady Vengance” que tras pasar un tiempo en la cárcel por encubrir a un asesino de niños servirá en bandeja la venganza a los padres de las victimas, los protagonistas de “Sympathy for Mr vengance” ese padre vengándose de la persona que ha dejado morir, por un descuido, a su hijo que lo había secuestrado para pagar con el rescate un trasplante o incluso en “Soy un cyborg” Park Chan-Wook nos presenta a una chica ingresada en un manicomio porque piensa que es un robot. Viendo los antecedentes, el retrato que hace el director surcoreano de India, su madre y su tío Charles sigue la línea de los personajes que arrastran un gran trauma emocional, rasgos propios del cine del director surcoreano. Park Chan-Wook se mantiene fiel a sus personajes
Visualmente portentoso y ayudado por la excelente banda sonora de Clint Mansell, Park Chan-Wook envuelve a “Stoker” en una atmósfera que revaloriza el resultado final. Para aquellos que seguimos al director surcoreano no será una novedad la calidad técnica de la película pero para todos aquellos que se acerquen por primera vez al particular universo de violencia de Park Chan-Wook se verán, en el mejor de los sentidos, abrumados por la capacidad del director para crear escenas difícilmente olvidables (Vienen a la cabeza muchos momentos de “Stoker” como India y su tío tocando el piano juntos, India duchándose, o esa visita del policía a la casa con un gran uso de la cámara.) Si un actor destaca por encima de todos es Mia Wasikowska, su composición de un personaje abandonado en el mundo porque la única persona que la entendía ha fallecido devora a todos sus compañeros de reparto, a un Matthew Goode que siendo correcto no consigue transmitirnos esa arrolladora personalidad que trastoca el mundo de India y de su madre, y una Nicole Kidman que se desenvuelve perfectamente como madre de la protagonista.
El mayor problema de “Stoker” es la historia. No dejamos de estar ante una historia que parece sacaba de cualquier telefilm que podemos ver en la sobremesa de cualquier cadena de televisión. Tampoco debemos olvidar ciertas ideas presentadas en el guión que no tienen mucha lógica, es imposible pensar que India nunca haya hablado con su padre de los regalos que esta recibe en sus cumpleaños. Los más críticos podrán decir que “Stoker” no es más que fuegos artificiales, una envoltura perfecta para algo que no tiene excesivo fondo. Pero los grandes directores son aquellos que son capaces de coger algo mil veces visto y darle una entidad propia que hace que se desmarque de otras propuestas parecidas. Y Park Chan-Wook lo consigue.
“Stoker” es una gran película de un director que ha sabido mantenerse fiel a si mismo, tanto estéticamente como en el retrato que hace de los personajes. Con una grandisima Wasikowska y una excelente banda sonora nos encontramos con una de las propuestas más estimulantes que se pueden ver actualmente en la cartelera.
Canción de Emily Wells – Becomes the colour
Trailer
Lo mejor: El estilo visual de Park Chan-Wook
Lo peor: La historia es totalmente previsible.
Año: 2013
Genero: Drama – Thriller
Duración: 99 min
Director: Park Chan-wook
Guión: Wentworth Miller
Música: Clint Mansell
Interpretes: Mia Wasikowska, Nicole Kidman, Matthew Goode, Phyllis Somerville, Jackie Weaver, Alden Ehrenreich
Sinopsis: La vida de India dará un giro radical tras la muerte de su padre en un accidente el día de su decimoctavo cumpleaños y la irrupción de su tío Charles en su existencia.