Crítica Serie – Biohackers
Netflix es una máquina imparable de producción, tanto de series como de películas. La plataforma de streaming ha aumentado de manera considerable su producción propia, lo que se traduce en cerca de 20.000 millones de dólares de inversión en los últimos cinco años. Su apuesta por mantener su hegemonía como el principal servicio de vídeo bajo demanda en el mercado es tal, que ya anunciado que para este 2021 tiene previsto el lanzamiento de más de 70 películas originales, a razón de un título por semana.
Esta constante incorporación de títulos a su catálogo provoca que, inevitablemente, muchos de ellos se queden en el olvido o, al menos, en la interminable lista de pendientes. “Biohackers” es uno de esos títulos que no gozó de una gran promoción de lanzamiento y que, sin embargo, se catapultó al Top Ten de más vistos en España en el momento de su estreno, en agosto de 2020. Una joya que hoy nos proponemos recuperar para vosotros, especialmente para aquellos indecisos que nunca tienen claro qué ver y malgastan parte de su tiempo buceando entre opciones que no terminan de convencerles.
El punto de partida de “Biohackers” lo encontramos en el personaje de Mia Akerlund, interpretada por Luna Wedler, actriz de gran bagaje en producciones alemanas y que el pasado 2020 ganó cierto reconocimiento a nivel internacional gracias a su trabajo en “Cerca del horizonte”. En la ficción alemana de Netflix, Wedler se mete en la piel de una joven universitaria que comienza su carrera de medicina en la ciudad de Friburgo. Durante sus primeras clases, Mia se muestra como una de las alumnas más aventajadas de su clase, prestando especial interés a la materia impartida por la prestigiosa investigadora Tanja Lorenz, interpretada por Jessica Schwarz. Con el objetivo de acercarse a ella y a su investigación, Mia comenzará una relación con Jasper (Adrian Julius Tillmann) que conseguirá que Lorenz la acepte en un programa de prácticas en su laboratorio.
Hasta aquí, todo parece normal. El misterio del relato comienza cuando, a través del empleo de flashbacks, el espectador descubre que el pasado de Mia y el de la doctora Lorenz están unidos por una terrible desgracia que acabó con la familia de Mia. Así es como llegamos a conocer el proyecto “Homo Deus” y las intenciones de Lorenz de modificar genéticamente embriones para erradicar determinadas enfermedades. Eso sí, bajo unos preceptos éticos que dejan mucho que desear.
La ficción, compuesta por un total de seis episodios de alrededor de 50 minutos cada uno, aborda varios aspectos tecnológicos, como el empleo de las IA, presentes ya en múltiples disciplinas, o de la modificación genética, que presentan al espectador un dilema de difícil resolución: ¿hasta dónde debería el ser humano interferir en los procesos naturales? De esta forma, la serie no solo nos presenta las investigaciones de la doctora Lorenz, sino también los proyectos de los compañeros de Mia, más rudimentarios, eso sí, pero que dotan a la ficción de buena parte de su ritmo y que sirven para lucir el excelente trabajo del equipo de fotografía. Plantas fluorescentes que brillan en la oscuridad, gotas para los ojos que ofrecen visión nocturna a quien las pruebe, pastillas para aumentar la capacidad de mantener la respiración bajo el agua, imanes bajo los dedos de las manos y un sinfín de experimentos más que sirven para presentar la otra cara de la ciencia: la de la experimentación sin regularización.
Este arco narrativo, que tiene como objetivo sostener el punto de apoyo de Mia, muestra una realidad que lleva presente desde finales de la década de los 80, pero que alcanzó un punto de inflexión a mediados de 2018 gracias a la plataforma de promoción que supusieron las redes sociales. Así, los experimentos que realizan los amigos de Mia en la ficción, existen en la realidad y lo hacen bajo un marco de ausencia de normativa que exprime los límites de la bioética.
El final de la ficción nos deja con un enorme cliffhanger que, gracias a la gran acogida de la serie por parte del público, será resuelto en una segunda temporada que Netflix ya ha confirmado. Por el momento se desconoce la fecha de estreno de esta segunda tanda de capítulos y si será la última de la serie, pero todo apunta a que en ella se cerrarán algunas de las tramas abiertas en la primera temporada, como el futuro de Jasper, y se ahondará en las raíces del proyecto “Homo Deus” y el pasado de Mia.