Crítica Point Break
En 1991 Kathryn Bigelow que ya había dejado claras muestras de su talento con ‘Los viajeros de la noche’ (‘Near Dark’) y ‘Acero Azul’ (‘Blue Steel’) rodó una película que se convirtió casi desde el momento de su estreno en una cinta de culto. En ella un todavía desconocido para muchos Keanu Reeves (Hasta ese momento sus papeles mas destacados habían sido en ‘Las amistades peligrosas’ – ‘Dangerous Liaisons’ de Stephen Frears y ‘Las alucinantes aventuras de Bill y Ted’ – ‘Bill & Ted’s excellent adventure’ de Stephen Herek) daba vida a un joven policía de nombre Johnny Utah que se infiltraba en una banda de surferos ladrones comandada por Bodhi (Nombre que sirvió para la creativa traducción del título en España) interpretado por un Patrick Swayze cuya carrera estaba en su punto mas alto (En 1987 dio vida a Johnny Castle en la mítica ‘Dirty Dancing’ de Emile Ardolino y solo un año antes de ‘Le llaman Bodhi’ fue Sam Wheat en la emotiva ‘Ghost’ de Jerry Zucker, si el mismo director que junto con David Zucker y Jim Abrahams rodó cintas como ‘Top Secret’ o ‘Aterriza como puedas’ – ‘Airplane’). Hoy en plena decadencia de ideas por parte de Hollywood, nos llega el innecesario pero esperado (La curiosidad mató al gato) remake de la cinta de Bigelow. Por desgracia el acercamiento de Ericson Core a la historia de Utah y Bodhi no va a ir saco de grandes remakes como es el caso de ‘The Thing’ de John Carpenter o ‘Déjame Entrar’ (‘Let me in’) de Matt Reeves si no que se suma a ese grupo de desastrosas revisitaciones de clásicos que no aportan nada nuevo y que solo consiguen que nos preguntemos una y otra vez: ¿Porque sigue Hollywood con la manía de destrozar películas y no arriesgarse con nuevos talentos?
Bajo el estilo videoclipero de ‘Point Break: Sin Límites’ hay una exasperante filosofía new age capaz de poner de los nervios al espectador mas entregado, llevándole a pensar que seria mas entretenido ver a Samsara abrazando árboles si con la entrada los cines nos hubieran regalado un peta. La sucesión de escenas mas o menos espectaculares (Volvemos a estar ante otro de esos casos donde el trailer promete mucho mas de lo que la película ofrece) están hilvanadas con algo que quieren hacernos creer que es una historia y donde Delroy Lindo y Ray Winstone deambulan cuan zombies en dos papeles secundarios que suponemos que les habrán reportado una buena cantidad de dinero ya que artísticamente su trabajo no pasa de ser discreto (Mas que nada porque sus papeles no tienen mucha entidad y por supuesto ningún matiz)
La cinta dirigida por Ericson Core que también se encarga de la fotografía de la película, vuelve a contarnos la historia de un joven policía infiltrado en un grupo de delincuentes cuyas motivaciones para cometer delitos no resulta del todo clara para los mandos del FBI. El guionista toma como base el guión escrito por Rick King y W. Peter Iliff pero situando a los protagonistas en pleno siglo XXI. ¿Y como se hace esto, os preguntareis? Pues haciendo constantes referencias a youtube (El Utah protagonista de ‘Point Break: Sin Límites’ es un joven temerario que tiene “mas huevos que talento” y que graba sus hazañas para subirlas a youtube lo que le dará fama -algo que Wimmer no consigue explotar de forma correcta ya que no dejamos de pensar como es posible que alguien tan famoso dentro del mundo del deporte extremo desaparezca durante siete años sin dejar rastro. Core que parece que va a jugar con esta idea la acaba desperdiciando de manera preocupante- y suculentos contratos. Core abre su cinta con una escena que parece extraída directamente de ‘Máximo Riesgo’ – ‘Cliffhanger’ de Renny Harlin que deja claro ante que tipo de película estamos: Una cinta llena de referencias a otras películas pero que no consigue imitar de ninguna manera a su referente haciéndonos pensar que ‘Point Break: Sin Límites’ mas que un remake es un copy-paste rodado sin pasión ni alma) y consiguiendo que Steve Aoki realice un cameo interpretándose a si mismo y que nos deja uno de los momentos mas lamentables de la cinta (Junto con todos aquellos en los que el personaje interpretado por Teresa Palmer abre la boca… cada absurda línea de dialogo que la pobre actriz tiene que decir solo consigue que el espectador se agache avergonzado en la butaca deseando que esta despida a su agente y pida una orden de alejamiento)
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Los referentes de la cinta de Core no se quedan ni mucho menos en ‘Máximo Riesgo’ (‘Cliffhanger’). Es clara la influencia de ‘El club de la lucha’ (‘Fight Club’) de David Fincher en ‘Point Break: Sin Límites’. Utah el policía con la peor táctica para infiltrarse en una banda de ladrones ya que su constante acoso y derribo parece mas propio del Señor Grey y sus sutiles tácticas de seducción que de un intento por pasar desapercibido y no levantar ningún tipo de sospecha nos deja una escena que parece sacada directamente de la mítica cinta de Fincher, pero tal y como ocurría con la película de Harlin, la escena rodada por Core deja mucho que desear y aquello que parece que este va a ofrecernos se acaba quedando en otra escena mas del montón, otra escena que hemos visto una y mil veces pero sin chispa ni gracia. Y lo que es peor, Core consigue que una pelea nos aburra.
El año pasado, James Wan rodó una de las cintas mas entretenidas y excesivas que hemos visto en mucho tiempo consiguiendo que la séptima entrega de la saga protagonizada por Vin Diesel y el malogrado Paul Walker fuera sin ningún tipo de dudas la mejor película de todas. ‘Fast & Furious 7’ que se beneficiaba no solo de unos malos de altura (Jason Statham y Djimon Hounsou) si no también de su sano desprecio a la lógica y a las leyes de la física mas elemental, acabó convirtiéndose un gran éxito de taquilla (y sorprendentemente obtuvo también buenas críticas por parte de la prensa especializada algo que resulta llamativo ya que este tipo de películas suelen ser despreciadas por muchos críticos que parecen considerar el cine de acción, como también ocurre con las comedias, como un cine menor). Solo era cuestión de tiempo que encontráramos referencias a esta película en otras cintas, lo que sorprende y mucho es que estas hayan llegado tan pronto. Core que fue director de fotografía de la primera cinta de la saga ‘The fast and the furious: A todo gas’ dirigida por Rob Cohen en el 2001 parece tomar la idea mostrada por Wan de situar una persecución en una estrecha carretera de montaña. Lo que puede quedar como una simple coincidencia se convierte en una clara referencia cuando los protagonistas en otro momento de la película y analizando el terreno llegan a la conclusión de que el mejor sitio para cometer un atraco es una peligrosa carretera sin posibilidad de escape ya que nadie sospechara nada, dialogo que parece extraído palabra por palabra de la película de Wan. Core y Wimmer vuelven a coger ideas ya vistas y las meten en su película sin ningún tipo de reparo.
Pero si hay una película con la que ‘Point Break: Sin Límite’ guarda un peligroso parecido esa no es otra que la desastrosa ‘Fuego, nieve y dinamita’ (‘Feuer, eis & dynamit’) dirigida por Willy Bogner en 1990 y que contaba en uno de sus papeles con nada mas y nada menos con Roger Moore (La película fue publicitada en España con la frase: “El equipo especialista de James Bond vuelve con la carrera mas loca del siglo”). La cinta de Bogner al igual que ocurre con la de Core no dejaba de ser una sucesión de escenas de acción sin ninguna historia que contar (Si en ‘Point Break: Sin Limites’ estamos ante unos ladrones amantes de la naturaleza cuyas motivaciones ni entiende el FBI ni el espectador, en ‘Fuego, nieve y dinamita’, la excusa es ganar una competición deportiva). Vi la cinta de Bogner cuando se estrenó comercialmente en España (Si..si.. lo hizo) y reconozco que siendo un crío disfrute enormemente. Igual eso es lo que eché en falta como espectador al acercarme a ‘Point Break: Sin Límites’, esa inocencia con la que vi ‘Fuego, nieve y dinamita’ y que consiguió que una mala película me entretuviera. Es muy probable que la cinta de Core resultara un (poco) mas entretenida si este no hubiera querido rodar un remake de la cinta de Kathryn Bigelow y hubiera rodado simplemente una cinta de acción sobre deportes extremos.
‘Point Break: Sin Límites’ tampoco deja de lado, como no podía ser de otra manera, a la cinta original. No se puede hablar de Bodhi y de Utah sin hacer referencia al surf, algo que Core como director y Wimmer como guionista saben e intentan reflejar en alguna de las escenas de la película. Tampoco se olvidan de otro de los sellos característicos de la cinta de Bigelow y eso no es otra cosa que la forma que tienen los ladrones de atracar tapándose la cara con mascaras de presidentes americanos. Aunque aquí esta idea no deja de ser algo residual si que vemos claramente el rostro de Obama parodiando su famoso ‘yes, we can’. Los seguidores más fieles de la película original reconocerán mas guiños a la obra de Bigelow como cuando el personaje interpretado por Luke Bracey dispara al ciego gritando de la misma manera que hacia Keanu Reeves en ‘Le llaman Bodhi’
Resulta totalmente decepcionante la forma en la que Core desarrolla la relación entre los personajes. A los ya comentados Samsara interpretado por Teresa Palmer que nos deja una escena que parece extraída directamente de ‘El gran azul’ (‘The big blue’) de Luc Besson y no consigue borrar el recuerdo de Lori Petty (Actriz que 4 años después de protagonizar la película de Bigelow rodó una muy decepcionante adaptación de ‘Tank Girl’ de la mano de Rachel Talalay) y Pappas (Ray Winstone) que tampoco consigue que olvidemos a Gary Busey (Aquí la relación entre Pappas y Utah no deja de ser algo que sirve simplemente para justificar que el agente del FBI en practicas pueda viajar hasta Europa para investigar una pista en la que solo cree el y su jefe) hay que sumar que Core no consigue transmitir la amistad/respeto/desafío existente entre Utah y Bodhi que Bigelow mostraba en la cinta original haciendo que la relación entre ambos personajes resulte demasiado artificial y forzada.
‘Point Break: Sin Límites’ es una floja y decepcionante cinta que mezcla ideas de la película original con escenas que muestran escenas de deportes extremos pero sin la espectacularidad que esperábamos y que creíamos que íbamos a encontrar al ver esta película en la pantalla grande. La cinta de Core no posee ningún tipo de historia si no una simple anécdota que sirve para hilvanar las escenas de acción algo que hace que las casi dos horas de película nos acaben aburriendo profundamente. Hay un detalle en la película de Core que llama la atención y ese no es otro que la idea de hacer que Édgar Ramírez y Bodhi compartan lugar de nacimiento: Venezuela, lo que sumado a las veces que los policías recalcan la obsesión de la banda comandada por este por robar a empresas americanas o con intereses comerciales con Estados Unidos nos deja un mensaje propagandístico mas propio de otra época y de otro tipo de cine. Cuando nos acercamos a una película como esta queremos ver acción y espectáculo, no propagada, por desgracia Core fracasa al ofrecernos lo que esperábamos de esta película.
Lo mejor: A pesar de su previsibilidad, la escena de la escalada
Lo peor: El personaje de Samsara, la fiesta en la montaña con Steve Aoki…
Título: Point Break: Sin Límites
Año: 2015
Género: Thriller – Acción
Duración: 114 min.
Director: Ericson Core
Guión: Kurt Wimmer
Música: Junkie XL
Interpretes: Édgar Ramírez, Luke Bracey, Teresa Palmer, Ray Winstone, Matias Varela, Clemens Schick, Tobias Santelmann, Max Thieriot, Delroy Lindo, Nikolai Kinski, Glynis Barber
Nota: 4
Sinopsis: Un joven agente del FBI en prácticas se infiltrará en una banda de ladrones amantes de la naturaleza cuya motivación para cometer los robos no tiene ningún tipo de sentido para sus superiores.