Crítica The Philosophers – After the Dark

 “The Philosophers – After the Dark” es una de esas cintas que a priori tienen todos los elementos necesarios para llamar la atención del espectador que busca algo mas en una película, algo diferente que le suponga un reto y que lo estimule intelectualmente. La premisa de la cinta de John Huddles es bastante interesante: Ver, analizar y estudiar como un grupo de estudiantes tomarían ciertas decisiones si ante un cataclismo nuclear el único lugar donde refugiarse tuviera capacidad para solo 10 personas. Siendo un grupo de 21, incluyendo el profesor, y según las capacidades personales y los trabajos que han sido asignados a cada uno de ellos por azar, ¿a quién habría que dejar fuera del refugio y por qué?

Una cinta como esta puede correr el riesgo de caer en lo denso, de llenarla de palabras y conceptos que a muchos que no estamos acostumbrados a leer filosofía nos haga desistir de su visionado debido a la distancia que se establece entre nuestra capacidad para entender ciertos conceptos y aquello de lo que se nos esta hablando. John Huddles intenta dotar a su cinta de ligereza, de levedad para que cualquier espectador pueda acercarse a su propuesta sin ningún tipo de miedo o sin sentirse coaccionado. Pero intentar rodar una película a gusto de todos, una película que intente agradar a demasiada gente puede hacer que esta no llegue a nadie o que no llegue a sus espectadores potenciales, y es que el director y guionista ha cogido a un grupo de estudiantes demasiado elitista (Estamos en una escuela de lujo en Yakarta.. pero ¿Por qué Yakarta? ¿Hay algún motivo oculto que a mi se me escapa o simplemente es por darle un toque exótico a la cinta?) que nos hace pensar mas en “Sensación de Vivir” (“Beverly Hills 90210”) que en los chicos que están internados en “El club de los poetas muertos” (“Dead poets society”) y que en muchos momentos nos hacen dudar no ya de que sean estudiantes de filosofía si no de que ni siquiera de que hayan leído un libro como “El mundo de Sofía” de Gaarder. (Dos aclaraciones. La primera: aunque los chicos del “El club de los poetas muertos” son hijos de familias pudientes, estos resultan mas cercanos e intelectualmente interesantes que los personajes de “The Philosophers” y la segunda: por mucho que pongamos en boca de los protagonistas argumentos filosóficos estos no consiguen hacernos creer que realmente saben de lo que están hablado, por momentos parece mas un discurso memorizado y repetido)

Pero lo que mas nos sorprende es la capacidad que tiene el director de seducirnos como de provocar en nosotros el mas absoluto de los rechazos durante el desarrollo del juego que plantea el profesor. Apoyándose en una muy cuidada estética, una grandísima banda sonora y dotando a estos juegos de ritmo, Huddle consigue captar nuestra atención, hace de su película una entretenida cinta pero que no acaba ofreciendo lo que prometía. No estamos ante un juego filosófico de nivel, no estamos ante un estudio en profundidad de situaciones extremas, estamos ante un superficial análisis acerca de quien y de por qué debe entrar en el bunker. Nos quedamos estupefactos ante ciertas decisiones que merecería un profundo análisis: ¿Por que una senadora de EEUU puede entrar porque se le presupone la capacidad de negociar pero no una chica que sabe 7 idiomas y en 3 años perderá la voz? ¿Por qué a nadie le importa el descrédito de los políticos y a nadie se le ocurre pensar que si vas a estar un año encerrado en un bunker sin nada que hacer la chica que sabe 7 idiomas te puede enseñar alguno? Tampoco se acaba de entender la superficialidad con la que se toca el tema del chico homosexual, tal vez el hecho de decidir si debe entrar o no porque hay que reproducirse para preservar a la humanidad requería otro tipo de análisis y usando argumentos de peso. Al escuchar ciertas ideas el espectador no puede si no pensar que estamos ante ideas mil veces desarrolladas y que se quedan en lo ya visto sin intentar ir mas allá (Y es en estas “discusiones” donde volvemos a tener presente que el director ha intentado hacer una cinta para gustar a demasiada gente, que ha tocado ciertos temas mostrando ciertas dualidades pero sin profundizar). La excusa de la presión del tiempo para justificar la falta de análisis al tomar ciertas decisiones no sirve, los protagonistas no dejan de estar jugando en un entorno controlado.

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Las ideas son interesantes pero sus análisis y la forma de discutirlos por parte de los estudiantes y el profesor carecen de la enjundia necesaria. No solo no hay profundidad en las decisiones tampoco la hay a la hora de analizar lo que supondría estar un año encerrado con otras 9 personas en un espacio amplio pero único. Por desgracia los momentos en los que los jóvenes están dentro del bunker nos hacen acordarnos de eso del experimento sociológico y “Big Brother” y esto a “The Philosophers” precisamente no le ayuda. Tampoco la interrelación entre los juegos esta desarrollada de manera adecuada, el hecho de que la experiencia vivida en un juego pueda servir para el siguiente no es usada con la inteligencia o maldad necesaria por parte de los alumnos para sacar el reto adelante. Solo en un momento la experiencia y los recuerdos son usados pero ante una forma tan simple de usar la interconexión entre los juegos, este hecho parece mas una justificación por parte del director para justificar algo que por otra parte no tendría sentido que por el hecho en si de usar la experiencia ya vivida (Este concepto, esta idea hubiera dado muchísimo juego, la conexión entre todos los juegos podría haber hecho de “The philosophers” una historia tan compleja como estimulante pero para ello habría que haber trabajo mas la historia y el guión). El uso de los distintos puntos de vista para justificar las acciones de los protagonistas y que estarían relacionados con la experiencia de otros juegos no queda correctamente justificado, parece que el Huddles fuerza engaños o giros sin mucha coherencia dejándonos una extraña sensación en el cuerpo. A todo esto hay que sumar un desarrollo bastante convencional (¿Acaso no es obvio desde el principio cual es la mejor elección de todas?) y lo que es peor: un epílogo que intenta dar forma y consistencia a la película, que intenta explicar algo que no era necesario y que acaba relegando a la película de Huddles a la mas absoluta de las medianías. Esta parte final muestra como se puede desperdiciar una interesante premisa por culpa de no saber como llevar a buen puerto a tu idea. No acabo de ver a James D’Arcy como profesor de filosofía y eso me supuso una barrera difícil de franquear, los alumnos intentan sacar con mayor o menor acierto a sus personajes adelante pero alguno de ellos consigue sacarnos de nuestras casillas…

“The philosophers” es una película francamente decepcionante, excesivamente superficial. Esperamos estar ante un juego filosófico inteligente y nos encontrarnos con argumentos manidos y carentes de fuerza, argumentos mil veces vistos y mal rebatidos. Esta no es la película que nos gustaría que intelectualmente nos pusiera en dificultades, simplemente es una película que se ve y se olvida.

Lo Mejor: La banda sonora
Lo Peor: El epílogo de la historia.

Título: The Philosophers – After the Dark
Año: 2013
Genero: Drama – Fantasía
Duración: 107 min.
Director: John Huddles
Guión: John Huddles
Música: Jonathan Davis y Nicholas O’Toole
Interpretes: James D’Arcy, Sophie Lowe, Daryl Sabara, Freddie Stroma, Rhys Wakefield, Bonnie Wright, Jacob Artist, George Blagden, Katie Findlay
Nota: 4
Sinopsis: Unos estudiantes de filosofía serán sometidos por parte de su profesor a un curioso reto: ¿Si por culpa de una guerra nuclear solo se pudieran salvar 10 de ellos…quienes serian los elegidos y por qué?