Crítica La Mula

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la-mulaJuan Eslava Galán publicó la novela La mula en el año 2003 y cinco años después respondió a la llamada del cineasta británico Michael Radford, responsable de películas como 1984, El mercader de Venecia o Un plan brillante, para elaborar con él un guión para su adaptación a la gran pantalla. Coproducción entre España y el propio director, su estreno previsto para el año 2010 se vio retrasado hasta la actualidad debido a una maraña de denuncias y problemas en la post producción difíciles de entender y que de vez en cuando se ceban con algunas cintas patrias. El caso es que a una semana para finalizar el rodaje el director dio la espantada, no tengo ni idea de las razones, dando comienzo a una serie de cruces de denuncias en tribunales españoles y británicos a lo que habría que sumar un rifirrafe con el propio Ministerio de Cultura y una de sus responsables que dificultó mucho el estreno y que acabó también en los tribunales, bajo acusaciones de censura. La consecuencia inmediata ha sido el retraso en el estreno, que se ha producido en el Festival de Málaga de este año, donde su actor protagonista, Mario Casas, se ha llevado el Premio a la Mejor Interpretación: la Biznaga de Plata. Y otra secundaria es el ridículo de ver sobreimpreso en pantalla la autoría del guión a nombre del escritor y de un tal Anónimo, ya que Radford se ha negado a firmar la película, no apareciendo su nombre en la dirección en ningún sitio –aunque en este post sí se le otorgue la autoría-.

La Mula 2Centrándonos en la historia, tiene lugar en el tercer año de la guerra civil en tierras andaluzas, con un marcado tono de comedia costumbrista, marcada a fuego por el carácter de los habitantes del lugar y de las circunstancias que se deban en el momento en que estalló la guerra, dividiendo pueblos al azar y situando en un bando o en otro a amigos y compañeros. El cabo Juan Castro, de Jaén, se ha pasado al bando de los nacionales pese a que su pueblo se encontraba en zona roja. Su trabajo como acemilero le permite estar lejos de las trincheras donde se libra la batalla y es gracias a este y al encuentro casual con una mula perdida, que va a vivir una serie de peripecias de lo más curiosas, desde echarse novia a ser condecorado como un héroe nacional. La fina ironía del escritor andaluz Juan Eslava Galán, cuyo protagonista interpretado por Casas está basado en un familiar suyo, está presente a lo largo de toda la película, sobre todo en los cuidados diálogos y en la forma de filmar de su director, muy cercana a los personajes, mostrando siempre la camaradería que nace entre los combatientes, los lazos que se forjan entre oficiales y soldados o incluso con el enemigo.

Destaca Casas, que con el acento andaluz mejora mucho, sobre todo en estos papeles de comedia, incluso por encima de su objeto de deseo, una María Valverde a la que conoció aquí antes que en la película y secuela basada en los libros de Moccia. A ella el acento se le nota más, pero poco. Secun de la Rosa también actúa como el mejor amigo del protagonista, acostumbrado a estos papeles de comedia.

La Mula 3Pese a todos los problemas de producción, La mula tiene cierto interés como crónica agria e irónica de la guerra y que pese a su desenlace pesimista no puede evitar dejar al espectador con la sonrisa prendada en el rostro. Atesora algunos momentos muy logrados –buenísimo el inicio con el intercambio de insultos, el cuento protagonizado por un castor o todo lo relacionado con la ceremonia de la imposición de medallas- y la música de Óscar Navarro es bastante arriesgada en muchos momentos, sin llegar a resultar inadecuada. El ambiente andaluz está muy logrado, pese a que muchos actores se ven forzados a imitar el acento y en general ha resultado ser entretenida y graciosa, tal y como lo fue la novela en su momento.

Ojalá todos los problemas que ha pasado le sirvan para llamar la atención y ganar algo más de público, que responda en la taquilla, sin olvidar los premios que ha cosechado en Málaga.