Crítica Jurassic World
Creo que el mejor título para esta película sería “Jurassic World: Seguridad no garantizada”. Una mezcla perfecta (y sobre todo honesta) con los títulos de las dos películas que ha dirigido Colin Trevorrow y que deja claro (Por si hubiera algún despistado en la sala) ante que tipo de película estamos. “Jurassic World” porque no dejamos de estar ante la cuarta entrega de la famosa saga iniciada por Steven Spielberg hace ya 22 años y “Seguridad no garantizada” (“Safety no Guaranteed”. Cinta que participó en el Festival Internacional de cine Fantástico de Sitges en el 2012 y que utilizaba la excusa de los viajes en el tiempo para hablar sobre el amor que hacía de esta una típica, bienintencionada y muy entretenida comedia romántica envuelta en un halo de cine fantástico) porque aunque estamos ante una película que no deja nada, absolutamente nada a la improvisación, a la sorpresa, a ofrecernos algo que no hayamos visto ya antes en alguna de las tres entregas anteriores, si que posee un cierto sentido del humor como el que ya nos mostró el director en la cinta que supuso su debut en la pantalla grande con un largo de ficción (De hecho el guionista de su opera prima “Seguridad no Garantizada”, Derek Connolly colabora en el guión de este “Jurassic World” así que algo se tenía que notar) y consigue que contando con un personaje de un perfil claramente humorístico (Interpretado por Jake Johnson, uno de los protagonistas de la primera película de Trevorrow. El actor es recordado por muchos por su reciente trabajo en ese desvarío titulado “Vamos de polis” – “Let’s be cop” o por haber interpretado brevemente a Jesucristo en “Dos colgados muy fumados en Navidad” – “A very Harold & Kumar 3D Christmas”, cinta que forma parte de una de las mejores sagas de humor vistas últimamente y que por desgracia al menos en España no ha tenido el respaldo que se merece) no acaba por resultar pesado si saturar al espectador, algo que normalmente ocurre con este tipo de personajes y que nos deja uno de los mejores chistes de la película (Ojo!, hay que tener claro que “Jurassic World” no es una película de humor. Los chistes, lo momentos que pueden hacer que al espectador se le escape una sonrisa o una carcajada son escasos pero demuestran la misma frescura que mostró el director en “Seguridad no Garantizada” y conforme avanza la cinta, conforme esta le va dando al espectador lo que este espera de ella es cuando sorprendentemente Trevorrow se muestra mas confiado, mas tranquilo y nos deja alguna de estas pequeñas perlas, ese sello marca de la casa que hace que se nos escape en algún momento alguna pequeña sonrisa)
“Jurassic World” no deja de ser una simple actualización de todo aquello que Steven Spielberg contó en “Jurassic Park”. No hay argumentalmente hablando nada que nos vaya a sorprender, todo lo relacionado con la historia, con los personajes (Otra vez nos encontramos con esos niños protagonistas que se perderán y tendrán que luchar por sobrevivir. Otra vez nos encontramos con ese niño -de los dos por supuesto que el pequeño- que resulta por momentos demasiado repelente y al que nos gustaría que algún dinosaurio le metiera un buen bocado. Trevorrow y el grupo de guionistas de la película se dan cuenta de ello y fuerzan la empatia del espectador para con el crío metiendo con calzador una escena que no viene a cuento, uno de esos momentos que podríamos definir como forzado para que este se ponga a llorar y hable de la separación de sus padres, algo que ni nos interesa ni tiene ningún tipo de importancia en la historia), otra vez tenemos a ese protagonista del todo negativo ante todo lo que se esta haciendo en el parque (Si en la película original este personaje estaba interpretado por Jeff Goldblum, aquí es Chris Pratt el encargado de mostrar tanta negatividad. Pratt actor que para muchos era un completo desconocido hasta que el verano pasado protagonizó “Guardianes de la Galaxia” – “Guardians of the Galaxy”, parece que por momentos cree que sigue en la cinta dirigida por James Gunn ya que algunas caras, algunas poses de este parecen extraídas directamente de la cinta de Gunn. El tiempo dirá si Pratt tiene mas registros), otra vez la película empieza con una tediosa presentación de los personajes que sirve no solo para darnos a conocer a estos si no también para situarnos dentro de la historia del parque (Es de agradecer que aquí no tengamos ese aburridísimo vídeo de John Hammond -Richard Attenborough- donde nos cuenta el proceso de manipulación del adn que ha servido para clonar a los dinosaurios que pueblan el parque, si no que aquí Trevorrow se sirve de las imágenes de las diversas atracciones del parque, de los dinosaurios y ya de paso de toda una serie de marcas que ha pagado por salir en la película: Samsung, Starbucks, etc, etc… para introducirnos de alguna manera en la historia -Y seamos sinceros: Historia, lo que se dice historia mas bien poca…Si en el párrafo anterior hemos alabado el fino sentido del humor del que hace gala Trevorrow en “Jurassic World”, aquí hemos de ser honestos y reconocer que no todos los chistes resultan redondos ni hacen gracia. Uno de los ejemplos mas claros de ello es ese vídeo a lo “El profesor Chiflado” interpretado por Jimmy Fallon, breve pero carente de toda gracia), otra vez nos encontramos con ese personaje conspiranoico que quiere sacar provecho personal del parque (¿Por qué en las dos cintas estos personajes interpretados por Wayne Knight y Vincent D’Onofrio tienen problemas de sobrepeso? ¿Esta Hollywood intentando que cada vez que vea a una persona obesa me ponga a temblar porque voy a pensar que esta tramando algo malo? Y sobre todo.. ¿Teniendo a un actor como D’Onofrio por qué no se le saca mas provecho, no se le da un personaje como mínimo interesante y con algún tipo de matiz?
Resulta sorprendente el efecto “Terminator 2: El juicio final” (“Terminator 2: Jugdment Day”) que desprende la cinta. Si en el caso de la película de James Cameron teníamos que el robot asesino de la primera parte interpretado por Arnold Schwarzenegger pasaba intentar matar a Sarah Connor a defenderla en la segunda, Trevorrow realiza el mismo juego de prestidigitación con los velociraptores que de bestias salvajes pasan a ser unos simple perritos (De raza peligrosa eso si.. pero perritos al fin y al cabo). Pero no solo esta idea resulta sorprendente en “Jurassic World”, también ciertas incoherencias que hay en la película llaman la atención: Ese personaje femenino fuerte, capaz de hacer cualquier cosa por salvar a sus sobrinos a los que hace años que no ve y de los que desconoce su edad (Otra vez la moralina acerca de la importancia de la familia que esta presente en muchas cintas dirigidas o producidas por el señor Spielberg vuelve a aparecer en todo su esplendor) recorre una salvaje isla de Costa Rica en tacones (Eso si.. la chica que vale un potosí se ajusta la blusa del vestido para ir mas cómoda… que le quede claro al espectador que si ha podido tratar con crueles inversores y ha podido sacar un parque adelante, unos bichitos y un poco de verde tampoco la van a parar) o esa ventana agrietada que en la siguiente visita de la protagonista al recinto de alta seguridad donde esta esa especie de dinosaurio-rana-calamar ya esta arreglada (Y si no siempre podemos decir que es un homenaje a la cinta original), o ¿Por qué anochece tan rápido?. ¿Esa especie de dinosaurio mágico capaz de camuflarse, de esconderse a los sensores térmicos es también capaz de hacer que anochezca tan rápido? o ¿Por qué las veintidós mil y pico personas que han de abandonar las atracciones después de hacer más de dos horas de fila con los críos y sabiendo los antecedentes del parque lo hacen de una forma tan tranquila y pacifica? ¿Por qué no cunde el pánico de manera descontrolada desde el minuto uno?. Son múltiples las dudas que nos vienen a la cabeza al ver la película de Trevorrow, cinta que funciona muy bien como espectáculo palomitero pero al que si se le pide un poco mas no aguanta el mas mínimo análisis.
Si esta crítica empezó con un posible título alternativo que sería mas correcto y adecuado, voy a acabar de la misma manera. Si no ha gustado el título propuesto siempre podríamos titular esta película como “El hombre que susurraba a los dinosaurios”. Y es que si son múltiples las bromas surgidas en internet con la imagen de Chris Pratt ante los tres velociraptores, la escena de este acariciando a un dinosaurio moribundo tampoco se queda corta. Por muchas preguntas que haya expuesto, por muchas incoherencias que veo en la historia que Trevorrow nos cuenta, “Jurassic World” es un espectáculo palomitero y en el fondo divertido, que hace que el espectador pase dos horas entretenido gracias a las espectaculares imágenes y gracias sobre todo a algunas escenas de acción que consiguen que acabemos olvidando lo previsible que resulta el conjunto. Y seamos sinceros, esta cuarta parte no es una obra maestra pero tampoco lo eran “El mundo perdido” (“The Lost World: Jurassic World”) y “Parque Jurasico III” (“Jurassic Park III”) y tampoco pasa nada… ¿no?
Lo mejor: El momento tengo novio. La escena de la garra en la nieve
Lo peor: Que ningún dinosaurio se zampe la niño pequeño.
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