Crítica Insidious 3
James Wan se dio a conocer allá por el año 2004 cuando de la mano de su amigo Leigh Whannell convirtió en largometraje su corto “Saw”. Tal fue el éxito de la cinta, una especie de versión todavía mas sádica del “Seven” de David Fincher (La película de Fincher parece no haber influido solo en la cinta que lanzó a la fama a Wan y por ende a Whannell. Michael Reid MacKay que interpretó a la victima de la pereza en “Seven” da vida, o mejor no-vida, al hombre que no puede respirar en “Insidious: Capítulo 3”) que esta pequeña película dio origen a una de las sagas más prolíficas que últimamente hemos visto al menos en lo que al cine de terror se refiere (A día de hoy se han rodado ya 7 películas, a las que hay que sumar otras como “The Collector” y la segunda parte de esta “The Collection” de Marcus Dunstan conocido por muchos por haber escrito los guiones de la cuarta, quinta, sexta y séptima parte de “Saw”. Aunque las cintas de Dunstan se alejan argumentalmente de las películas de Wan y Whannell, estas buscan impactar al espectador llevando la violencia y las torturas un paso mas allá, intentado superar a cada nueva película el nivel de sadismo de la anterior. Es conocido el caso de la sexta entrega de la saga “Saw VI” de Kevin Greutert que fue censurada en España clasificándola X, relegándola a ser proyectada en muy pocas salas. Lo que se convirtió en una brutal campaña de publicidad y al igual que ocurrió con “A Serbian Film” de Srdjan Spasojevic, la película levantó el interés del público aficionado al terror e hizo que esta se viera de una manera u otra. Puede que el problema con la cinta de Greutert no fuera la salvaje violencia de sus escenas -no hay nada que no hubiéramos visto ya antes en alguna otra cinta de la saga- si no que el espectador corría el riesgo de ponerse de lado del torturador, ya que recordemos las víctimas eran un grupo de personas que trabajaban para un seguro médico que habían negado cobertura a muchos enfermos. Sorprendentemente, “Saw VI” poseía una carga crítica que la alejaba del mero espectáculo vacuo y violento que muchos esperaban)
Pero el trabajo de Wan y la de Whannell como directores y guionistas se aleja diametralmente del camino que tomaron las diversas películas que acabaron formando parte de la saga de “Saw”. Su siguiente película juntos, una mas que apreciable y recomendable cinta titulada “Silencio desde el Mal” (“Dead Silence”) no consiguió levantar la simpatía de critica y público y por desgracia pasó con mas pena que gloria por los cines (El cine de terror donde un muñeco ha sido poseído por un terrible asesino ha dado mucho juego en el cine aunque con muy diversos resultados. Uno de los más conocidos es “Muñeco Diabólico” – “Child’s Play” de Tom Holland, película de la que se han llegado a rodar varias secuelas incluyendo una película dedicada a su novia “Bridge of Chucky”-Resulta llamativo que “Insidious: Capítulo 3” y la por ahora última cinta protagonizada por Chucky, “La maldición de Chucky”, “Curse of Chucky”, compartan a unas protagonistas que necesitan de una silla de ruedas para moverse. “Silencio desde el Mal” y por supuesto “Annabelle” cinta surgida como especie de spin off precuela de “Expediente Warren”, “The Conjuring” de James Wan son dos muestras recientes de la explotación de los muñecos poseídos en el cine de terror). Pero fue en el 2010 cuando el dúo presentó “Insidious” cinta que se convirtió en un gran éxito de taquilla y que ha dado lugar a una secuela “Insidious 2” (“Insidious: Chapter 2”) y a la precuela “Insidious: Capítulo 3” (“Insidious: Chapter 3”). La cinta de Wan lastrada por unas imágenes del mas allá un tanto toscas y por la caracterización de algunos de los fantasmas que dejaban mucho que desear se beneficiaba de una primera parte donde el director iba creando una gran atmósfera opresiva y terrorífica de un modo pausado, de una manera muy clásica que hacia las delicias de muchos aficionados al género de terror. Por desgracia el éxito de la película nos dejó una muy decepcionante segunda parte dirigida por el propio Wan y escrita también por Whannell, cinta que es considerada por muchos como la película mas floja del director americano. “Insidious 2” es una gran ejemplo de como estirar el éxito, de como construir una historia sin mucho que contar, de como querer narrar algo sin saber muy bien a donde se quiere llegar dejándonos una cinta aburrida y pesada con una historia carente interés. (Menos mal que ese mismo año, Wan nos regaló “Expediente Warren” – “The Conjuring” una de las mejores cintas de terror de los últimos años y que al igual que “Insidious” tenía un ritmo lento que podía desesperar a mas de uno pero que a diferencia de la cinta que pareció convertir a Wan en poco menos que el renovador del género de terror, tenía una parte final realmente impresionante e impactante)
Ahora tras las decepciones que supusieron “Insidious 2” y “Annabelle” nos llega esta tercera parte en forma de precuela que se aleja de los sucesos que sufrió la familia Lambert para centrarse en los personajes de Elise Rainier (Una Lin Shaye que parece moverse como pez en el agua en el cine de terror y/o ciencia ficción. Si la actriz ya formó parte de las dos primeras cintas de la saga, esta también ha participado en la muy lamentable “Ouija” de Stiles White, la sorprendente y muy entretenida “La Señal” -“The Signal”- de William Eubank, “Big Ass Spider!” de Mike Mendez, etc, etc… Y cuya historia dentro de “Insidious: Capítulo 3” aún siendo necesaria para entender al personaje, acaba por no funcionar como sería necesario probablemente por lo típico de la historia en si misma y las ganas que muchos tenemos de prender fuego ese horroroso jersey), de Tucker (Un Angus Sampson que este año ha participado en esa maravilla dirigida por George Miller titulada “Mad Max: Furia en la carretera” -“Mad Max: Fury Road”, cuyo papel en la cinta de Whannell resulta tremendamente simpático no solo por su pelo punk si no también por esa camiseta de “Masters del Universo” que con tanto amor defiende) y Specs (Papel interpretado por el propio Leigh Whannell que aquí se encarga no solo del guión de la película y de interpretar a uno de esos peculiares “cazafantasmas” si no que además esta cinta supone su debut como director). Por desgracia este “Insidious: Capítulo 3” esta mas cerca de lo mostrado por John R. Leonetti en “Annabelle” que de lo que hizo el propio Wan en la primera parte de la saga y que por supuesto esta a años luz de “Expediente Warren”. La cinta de Whannell es una película leve, muy leve, sin mayor pretensión, al menos en el plano artístico, que la de hacer pasar un mal rato al espectador (A otros niveles está claro que estamos ante un producto preparado para arañar un pedazo de ese pastel que es la taquilla) y donde este tendrá la sensación tal y como ocurría con la cinta de Leonetti de que no pasa nada destacable, que no ofrece esa gran escena de terror que nos ponga los pelos de punta y que todos esperamos pero cuyo visionado se hace mas o menos ameno y se pasa rápido. Whannell en su faceta de guionista y director se mueve por caminos mil veces visto en este tipo de películas ofreciendo más de lo mismo sin ninguna novedad ni nada que pueda sorprender al espectador. Si algo tiene “Insidious: Capítulo 3” es su tremenda previsibilidad y ni todo el esfuerzo y el buen hacer por parte de Whannell para sacar a su película adelante consigue hacer que esta no deje de ser un producto para ver, disfrutar brevemente y olvidar.
Son claras las referencias y los parecidos de “Insidious: Capítulo 3” con otras cintas. Las más claras pueden ser las existentes con la ya mencionada “Annabelle”. No solo por ese tono similar que poseen ambas cintas si no también por el hecho de centrar la acción de la película en un edificio que casi podría ser considerado como un personaje mas dentro de la historia y donde ambos directores utilizan el ascensor del edificio como un elemento indispensable y fundamental para meter el miedo en el cuerpo del espectador (Momento que nos regala otro de esos tópicos en el cine de terror: El o la protagonista muerto de miedo apretará el botón del ascensor de forma insistente para que la puerta se cierre mas rápido…como si eso alguna vez hubiera funcionado). Tampoco debemos olvidar la obsesión que parecen compartir ambas cintas presentándonos a un personaje afroamericano, mujeres en los dos casos, que bien por un motivo u otro ayudaran o darán información fundamental a las protagonistas que otra vez vuelven a ser mujeres. Pero no hemos de quedarnos solo con la cinta de Leonetti, cualquier espectador al ver “Insidious: Capítulo 3” recordará cintas como “El Resplandor” (“The Shining”) de Stanley Kubrick basada en la novela homónima de Stephen King. No solo Whannell plasma mediante una escena una especie de conexión entre la joven protagonista y la médium que nos recuerda a la existente entre Dick Hallorann (Scatman Crothers) y Danny Torrance (Danny Lloyd) en la que la segunda se despertará en medio de una terrible pesadilla al percibir que la chica se encuentra en peligro, del mismo modo en que Hallorann, acostado en su cama, percibe la situación en la que se encuentra Danny y su familia. En ambos casos esta escena servirá para que ambos personajes (Hallorann y Elise Rainier) se planteen ir a ayudar a los chicos. Pero las comparaciones no se quedan aquí, ese uso terrorífico de los pasillos, la moqueta que hay en ellos, la forma que tiene Quinn Brenner de recorrerlos en silla de ruedas que recuerda a la de Danny Torrance con su triciclo por el hotel “Overlook”, sin olvidar como Brenner mira con terror la puerta abierta de su vecino de igual manera que hacia Danny Torrance al estar ante la habitación 237. Incluso “Déjame Entrar” (“Lat den rätte komma in”) de Tomas Alfredson por la forma que tiene la protagonista de comunicarse con su vecino de la misma forma que hacían Oskar y Eli o ese espíritu que acompaña al hombre que no respira que parece extraído directamente de la bolsa que tiene la protagonista de “Audition” de Takashi Miike en su casa, sin olvidarnos por supuesto de “The Possession – El origen del mal” (“The possession”) de Ole Bordenal y producida por Sam Raimi que posee al igual que la cinta de Whannell una inquietante visión espectral en el fondo de la garganta de la protagonista están presentes en “Insidious: Capítulo 3”. Todas estas escenas hacen de esta película una de esas cintas que el espectador aficionado al terror se puede tomar casi como un juego para buscar similitudes con otras películas.
Hay varias cosas que nos deja claro este “Insidious: Capítulo 3”. La primera de ellas es el peligroso giro que parece estar dando la carrera de Dermot Mulroney hacía productos tirando a mediocres (Solo “Agosto” -“August: Osage County” de John Wells y “Stoker” de Park Chan-Wook se salvan de la quema de las últimas cintas en las que ha colaborado el actor), la segunda de ellas es la forma de introducir a la familia Lambert dentro de la precuela. Tan forzada y metida con calzador que por momentos y si no fuera porque los edificios son distintos podríamos llegar a pensar que los protagonistas de “Annabelle” hubieran sido vecinos de los Quinn (Y si la crítica y el público no hubieran destrozado a la cinta de Leonetti es muy probable que hubiéramos visto un guiño de este tipo). Y la tercera es acerca de la caracterización de ese malvado espíritu, de ese hombre que no puede respirar cuya sola presencia resulta bastante inquietante que demuestra que Whannell ha aprendido de los errores de Wan pero… Por muy mal rollo que pueda dar una mascarilla de oxigeno… ¿es realmente necesario que un espíritu la siga llevando en el mas allá? (Y ya de paso hacemos una reflexión. Tanto que se habla de la vida de Elise Rainier ¿no podían haber profundizado un poco mas en la del hombre que no puede respirar?. Yo por lo menos lo hubiera agradecido). Y la cuarta y última de ellas es el gran negocio que Whannell nos insinúa en su película y ese no es otro que el de vender maquinas del niebla al mas allá… visto lo visto en “Insidious: Capítulo 3” ese es un negocio que no fracasará. Éxito seguro.
“Insidious: Capítulo 3” aún siendo mejor que su predecesora y que “Annabelle” resulta una cinta excesivamente leve que refuerza la idea de que la saga iniciada por Wan en el 2010 agoniza de manera preocupante. A la espera de ver lo que este vaya a hacer con “The Conjuring 2: The Enfield Poltergeist” nos quedamos con la sensación de estar ante un género sobreexplotado, algo parecido a lo que ocurre con el found footage, al que es mejor dejar tranquilo y centrarse en otras cosas antes de acabar saturando al espectador. Con todo la cinta de Whannell se puede ver, se puede disfrutar y se olvida. Por desgracia de esta película esperábamos mucho, pero que mucho mas. Una lastima.
Lo mejor: Las imágenes del mas allá (Sin ningún dron, gracias a Dios!)
Lo peor: Lo previsible del conjunto. La sensación de haber visto ya esta película.
Año: 2015
Género: Terror
Duración: 97 min.
Director: Leigh Whannell
Guión: Leigh Whannell
Música: Joseph Bishara
Interpretes: Dermot Mulroney, Stefanie Scott, Agnus Sampson, Leigh Whannell, Lin Shaye, Tate Berney, Michael Reid MacKay, Steve Coulter, Tom Fritzpatrick, Hayley Kiyoko, Jeris Poindexter
Sinopsis: El dolor por la reciente muerte de su madre hará que Quinn Brenner intente contactar con ella. La suplica de la chica será escuchada por una malvada presencia que se intentará apoderar de su alma.