Crítica Godzilla

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godzillaSorprendente puesta al día de Godzilla tras la lamentable sensación que dejó la versión del monstruo japonés perpetrada por Roland Emmerich. El espectáculo pirotécnico sin sentido que dirigió el director de origen alemán donde la máxima emoción era averiguar que emblemáticos edificios norteamericanos iba a cargarse, deja paso a un extraño blockbuster con un reparto mas propio del cine independiente (Bryan Cranston, Elizabeth Olsen, Juliette Binoche o David Strathairn) que de una película de gran presupuesto y que posee dos partes claramente diferenciadas: una primera de aspecto mas dramático e intimista que enlaza perfectamente con la primera cinta del director Gareth Edwards (“Monsters”) y una segunda donde se deja de lado el drama y los personajes para, beneficiándose de una gran ambientación, centrarse en el espectáculo que nos remite directamente al “Pacific Rim” de Guillermo del Toro.

La elección de Gareth Edwards para dirigir el reboot de Godzilla sorprendió a propios y extraños, no porque el director no hubiera mostrado maneras con su anterior película si no porque esta era una cinta abiertamente intimista, centrada en los personajes y en la historia de amor que surge entre ellos y donde la aparición de los monstruos se podría considerar un elemento muy secundario dentro de la película lo que hace que se aleje de todo aquello que se puede presuponer de una cinta como Godzilla (Hecho este que decepcionó a mas de uno ya que muchos esperaban una historia de ciencia ficción que respondiera de una manera mas clara y directa al título de la película “Monsters” y no a una cinta que se centra en la relación entre dos personajes en un ambiente hostil. El premio que recibió esta película a los mejores efectos especiales en el festival de cine de Sitges del 2010 hizo que mucha gente no solo considerara sorprendente e injusto el galardón si no que se cerrara en banda ante la estimulante propuesta de Edwards. Su cinta además del toque romántico contaba con una gran carga política, el hecho de situar el área infectada entre México y Estados Unidos con el consiguiente muro que separaba a ambos países no es causal. A eso hay que sumar la crítica a la sociedad en la que vivimos que nos aísla y muy especialmente a los medios de comunicación que queda reflejado en diálogos como en lo que la protagonista echa en cara a su compañero que solo fotografíe desgracias y este le responde que por una foto de un niño alegre nadie paga nada. “Monsters” daría para un análisis en profundidad de todo aquello que su director quiere explicar, huyendo de grandes efectos y huyendo sobretodo de la pretenciosidad que muchas veces lastra a este tipo de películas, “Monsters” nos dejaba la desoladora sensación de que el sentimiento de soledad de los monstruos no dejaba de ser un fiel reflejo de la sensación que mucha gente siente hoy en día y en especial los protagonistas de la película)

Edwards, sin ser autor del guión, se acerca a “Godzilla” sin olvidarse de su anterior cinta. Cualquiera que haya visto “Monsters” verá claramente sus referencias y ciertas ideas y conceptos que parecen tomados directamente de ella. No solo a la hora de construir la historia si no también a la hora de extraer imágenes y crear la atmósfera de esta cinta. Si en su anterior película Edwards se centraba en la relación entre dos personajes donde uno de ellos, Andrew Kalder fotógrafo interpretado por Scoot McNairy, debe de llevar a Estados Unidos a la hija de su jefe, en “Godzilla” o al menos en su primera parte el director se centra en la relación entre Joe Brody (Brian Cranston) y su hijo Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson) y en ambas cintas los sentimientos de carga que acarrean Kalder o de Ford por sentirse poco menos que canguros para cuidar y proteger a la hija de su jefe en el primer caso o a su padre en el segundo son parte fundamental para el desarrollo dramático de la historia. (En “Godzilla” este hecho queda patente por las reacciones de Taylor-Johnson y por la conversación que mantiene este con la que es su esposa en la película Elizabeth Olsen, en el caso de “Monsters” no solo queda explicado con imágenes si no que también es reforzado por las palabras del protagonista que lo expresa claramente y sin tapujos)

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Dejando de lado las comparaciones entre ambas películas en lo que a historia y personajes se refiere, el sello de Edwards queda patente a la hora de rodar tanto “Godzilla” como “Monsters”. En ambas cintas nos volvemos a encontrar con áreas restringidas donde los personajes han de llevar máscaras, bien sea por la radiación bien sea por los gases con los que se intenta matar a los monstruos, de hecho la impactante imagen de Bryan Cranston en el área restringida de “Godzilla” podría formar parte de “Monsters” y nadie nos daríamos cuenta el cambio, del mismo modo y si no fuera por el traje que lleva este, el momento en el que Kalder y Whitney Able caminan con las máscaras puestas también podría formar parte de Godzilla sin ningún problema. Pero no son estos los únicos referentes o conceptos que parecen saltar de una cinta a otra: la obsesión de Edwards por usar la televisión como medio para transmitir los sucesos que están ocurriendo, el uso de barcos, aviones o submarinos en medio de la selva para crear una atmósfera amenazadora y desasosegante, el concepto de los huevos y la reproducción (Sacrificando a la selva y a los árboles) o mostrando ciudades destruidas sin entrar en mucho detalle de lo que ha pasado (Idea esta que puede decepcionar a los amantes de la acción pura y dura ya que la gran escena de acción se hace esperar. Si en “Monsters” los monstruos tardaban mucho en hacer su gran aparición, no contamos las imágenes de las noticias, en “Godzilla” la aparición de este también tarda mucho en suceder y casi queda relegado a un segundo lugar, resultando extraño que casi un personaje secundario de nombre a toda una película) Dejo una serie de imágenes de “Monsters” como ejemplo de los conceptos usados por el director también en “Godzilla”.

Pero Gareth Edwards sabe que lo que tiene entre manos es una película que tiene que ofrecer espectáculo y pirotecnia. En una segunda parte en la que deja de lado la carga dramática y los personajes, este se centra en ofrecer todo aquello que podemos esperar de una película como esta aunque su personal sello sigue presente y no vamos a encontrarnos con una cinta al uso (Dentro de lo que se entiende por cine comercial y cine espectáculo). Llegados a este punto tenemos demasiado presente el recuerdo de la última y muy entretenida película de Guillermo del Toro “Pacific Rim” no solo por las peleas que nos deja la cinta de Edwards si no también por el diseño de las criaturas donde alguna de ellas podría pasar por un Kaiju de la película de del Toro sin problemas. El concepto del cine espectáculo de Edwards acaba empapándose de el del director mejicano pero donde este fallaba con un protagonista falto de carisma, Edwards que parece haberse estudiado la cinta de del Toro, no cae en ese error y escoge al muy prometedor Aaron Taylor-Johnson para dar vida a su protagonista. Aunque desde mi punto de vista ambas cintas resultan entretenidas no deja de ser decepcionante que historias tan trabajadas acaben por usar recursos mil veces visto y que ya cansan. Como espectadores nos merecemos que las partes finales de estas historias estén más trabajadas e intenten aportar algo distinto. “Godzilla” podría funcionar casi como una precuela de “Pacific Rim” donde se nos podría explicar como empezó la lucha entre los hombres y los Kaiju o también podría funcionar también como precuela de “Monsters” y su zona restringida.

Por mucho que el director y el guionista haya querido dotar de entidad y de carga dramática a sus personajes es una lastima el poco peso de los personajes femeninos en esta cinta relegando su presencia a algo casi secundario. Es inevitable pensar en “Objetivo: La Casa Blanca” (“Olympus has fallen”) de Antonie Fuqua no solo por el concepto del héroe que se ve en medio de una situación que le desborda si no también porque el personaje interpretado por Radha Mitchell es exactamente el mismo que el que interpreta una muy desaprovechada Elizabeh Olsen. Este puede ser el mayor pero que se le puede poner a esta cinta: la poca fuerza y el poco carisma de los personajes femeninos. “Godzilla” resulta una muy entretenida cinta, diferente de lo que muchos pueden esperar pero que nos regala grandes escenas que recordaremos durante mucho tiempo (El protagonista en las vías del tren, los paracaidistas aterrizando en medio de la ciudad…) y que nos deja una extraña pregunta acerca de un elemento propio de este tipo de películas: ¿Alguien puede decirme cuantas banderas de los Estados Unidos aparecen en “Godzilla”? Quien quiera olvidarse de la versión de Emmerich y disfrutar de una visión con personalidad propia del monstruo japonés aquí tiene una gran oportunidad.

Lo Mejor: La escena de los paracaidistas aterrizando en medio de la ciudad
Lo Peor: La poca entidad de los personajes femeninos.

Título: Godzilla
Año: 2014
Género: Ciencia Ficción – Acción
Duración: 123 min
Director: Gareth Edwards
Guión: Max Borenstein y Dave Callaham
Música: Alexandre Desplat
Interpretes: Aaron Taylor-Johnson, Ken Watanabe, Bryan Cranston, Elizabeth Olsen, Sally Hawkins, Juliette Binoche, David Strathairn, Richard T. Jones, Victor Rasuk
Nota: 7
Sinopsis: 15 años después del extraño accidente que causó la muerte de su mujer, Joe Brody sigue intentando demostrar que se están ocultando los verdaderos motivos de lo que pasó. La relación con su hijo cambiara cuando se descubra un monstruo que se alimenta de radiación.