Doble crítica Transformers: La Era de la Extinción (2014)
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[tabs_head][tab_title]Crítica por SrGrifter[/tab_title]
[tab_title]Crítica por Agent Sputnik[/tab_title][/tabs_head]
[tab]Hasta hace bien poquito había una conocida mía que pensaba que los Transformers eran los maromazos esos que se maquillan, se visten ahí de pibitas y se cambian el nombre por el de Bibiana. Y la capacidad para hacer de “transformers” de algunos es de tal nivel que a veces más de un pobre pardillo se ha venido arriba pensando que ha ligado con el pibón de su vida y al final resulta que acaba la noche en su casa desinfectándose la mano con lejía y amoniaco tras haber encontrado la “gran sorpresa”…
El caso es que este pasado fin de semana los frikis del mundo hemos acudido a nuestra sala de cine más cercana para ver esta última entrega de la saga de Michael Bay. Y cuando uno va a visionar una peli de este menda lo hace con la intención de presenciar un despliegue de efectos especiales y unos momentazos que te dejen con los ojos casi haciendo chiribitas. Y ciertamente esta cuarta parte mantiene ese nivel de espectacularidad tan característico, con un tramo final de película en el que la acción a raudales y sin descanso le sale a uno ya hasta por el ojete…
Sobre el argumento diremos que la historia se ambienta cuatro después del incidente de Chicago y la humanidad continúa reparando los destrozos de aquel pifostio, pero tanto los Autobots como los Decepticons han desaparecido de la faz de la Tierra. Ahora el Gobierno de los Estados Unidos está utilizando la tecnología rescatada en el asedio de Chicago para desarrollar sus propios Transformers. Se pone al frente del proyecto a Joshua Joyce (Stanley Tucci), un arrogante diseñador que cree que los Autobots son “basura tecnológica” y se cree capaz de realizar unos robots infinitamente más avanzados. Mientras tanto Cade Yeager (Mark Wahlberg), un mécánico inventor, encuentra un Marmon semi-trailer. Al intentar repararlo descubre que el camión no solo era un Transformer, sino que también es el mismísimo Optimus Prime, líder de los Autobots, lo cual traerá una serie de consecuencias para su vida.
El hilo argumental principal del film no tiene mucho más que comentar, pues se tira nuevamente de ese cliché maniqueísta de las actitudes o posturas extremas de los Autobots y los malos de turno, en el que los buenos son muy buenos y los malos son cabrones como ellos solos. Pero insisto en que la gente que va a ver este tipo de films no quiere ver mierdas filosóficas a lo Hulk de Ang Lee, y desde luego que Transformers 4 tiene muy claro lo que ofrecer al público que gusta de este tipo de películas a través de esa premisa tan simple de buenos contra malos.
Pero hasta que llegamos a ese tramo de película en el que los momentazos de acción se desbordan a lo bestia, antes pasaremos por una primera mitad del film que sirve como presentación de unos nuevos personajes (con ciertos momentos de humor muy simpáticos) y donde veremos unas pinceladas de la vida de nuestro protagonista, un inventor cutre que ejerce como padre sobreprotector debido al hecho de que él solito ha tenido que sacar adelante a su hija tras la muerte de su esposa. Y justamente en el papel de la hija es donde entra en juego otra de las señas de identidad de la saga Transformers, como es el hecho de tener siempre presente la figura de una maciza de pura cepa que si está más buena revienta y que cumple perfectamente en su función de mujer florero. De esta forma, tras Megan “perraca” Fox y Rosie Huntington-Whiteley es ahora la rubiaza Nicola Peltz la encargada de amenizar los ojines del populacho masculino paseándose tan ricamente muy fresquita con unos shorts en medio de todo ese pifostio robótico.
Eso sí, seguro que a los fans de la saga se les hará raro ver una peli de Transformers sin Shia LaBeouf (supongo que el motivo será el alto grado de gilipollería y de paranoia que rezuma hoy por hoy este actor). Y su sustituto no es otro que el hormonado Mark Wahlberg, un menda que confraterniza con simios, con robots o con lo que le eches. Mención especial también para el gran Stanley Tucci (en su sempiterno papel de “chaquetero”, que empieza colaborando con los malos y acaba ayudando a los buenos) o el de Kelsey Grammer (más conocido por algunos como Frasier) y que encarnará las labores de cabronazo de turno.
Y francamente creo que el film no tiene mucho más que comentar, salvo recomendarlo a ese público palomitero que agradecen películas en las que la acción prima sobre el guión. Insisto en que la parte final del largometraje está repleta de ostias y destrucción a mansalva con momentazos de lo más espectaculares. Y es que este film es un claro ejemplo de que cuando hay pelas de por medio se pueden llegar a escenificar barrabasadas como las que aquí veremos (sobre todo cuando hacen su aparición en escena los Dinobots). Así que si me preguntáis si me ha gustado este cuarta entrega os contestaré con un rotundo sí, porque francamente uno ya sabe lo que va a ver y lo que busca en este tipo de películas y francamente Transformers: La era de la extinción lo ofrece en grandes cantidades. Acción, acción y más acción, muy bien hecha además. ¿Qué mas se le puede pedir a una peli veraniega?.[/tab]
[tab]Lo mas destacable de “Transformers: La era de la extinción” es la gran idea que nos deja para rodar un crossover entre la saga llevada al cine por Michael Bay y “Prometheus”. Y es que es imposible que tras las primeras imágenes de la última cinta protagonizada por los muñecos de Hasbro no nos acordemos de la precuela de la saga de “Alien” dirigida en el 2012 por un Ridley Scott que no es el que era y aunque es capaz de solventar los fallos e incoherencias del guión para rodar una cinta muy entretenida, esta no llegaba a lo que se podía esperar del director de películas como “Blade Runner” o las mismísima “Alien” (Damon Lindelof lleva camino de convertirse en uno de los guionistas mas decepcionantes de la actualidad, el Joe Eszterhas del nuevo milenio al que un gran éxito como fue “Instinto Básico” – “Basic Instint” fue capaz de eclipsar al resto de su carrera. Lindelof tiene su propio “Instinto Básico”: “Perdidos”). Tanto “Transformers: La era de la extinción” como “Prometheus” se abren con una escena inicial donde una raza alienígena esparce una sustancia sobre la faz de la Tierra que en ambos casos será generadora de cierto tipo de vida (Y en las dos películas también conllevara la muerte, en “Transformers: La era de la extinción” de toda forma de vida que se encuentre en el radio de acción de la sustancia, en el de “Prometheus” la del ingeniero que bebe dicha sustancia), es claro pues que tanto en la cinta de Bay como en la de Scott los extraterrestres consideran a la Tierra como base de pruebas y experimentos. No solo este concepto es similar en ambas películas, el hecho de que los creadores (En el caso de “Prometheus” los ingenieros albinos, en el de “Transformers” no nos queda claro quien) quieren destruir a sus creaciones: Los transformers o los humanos según estemos viendo una película u otra, lo que nos lleva a pensar que se han tomado ciertas ideas (Muchas.. de hecho hay alguna mas todavía mas clara pero es mejor no comentar aquí) y que han sido llevadas al universo Bay, la línea argumental principal de “Transformers: La era de la extinción” no brilla precisamente por su originalidad.
Poco más se puede decir argumentalmente hablando de esta película, excepto algún paralelismo mas con alguna cinta reciente como es el caso de la coreana “The Thieves” que nos regalaba una impresionante escena que resultaba lo mejor y con mucha diferencia de la película, donde los protagonistas peleaban en la fachada de un edificio. El director americano rueda una escena muy similar (Bajo como no puede ser menos últimamente el prisma Bourne) pero en la comparación Bay sale perdiendo ya que por muy entretenida que resulte esta escena en su película, la rodada por Dong-Hoon Choi es difícilmente superable. Incluso “Attack the Block” viene a la cabeza al ver esta película al ver el diseño de esos perros alienígenas que atacan a los protagonistas y por supuesto “Terminator 2” ya que la empresa dirigida por el personaje interpretado por Stanley Tucci bien podría ser Cyberdyne Systems Corporation y su proyecto estrella un nuevo Skynet. Aunque “Transformers: La era de la extinción” resulta bastante entretenida (Desde mi punto de vista la mas entretenida de la saga, cosa que por otro lado tampoco es muy difícil de conseguir) es excesiva su duración (unos 165 minutos) lo que hace que lleguemos al tramo final un tanto cansados y no lo disfrutemos como nos gustaría.
Bay nos presenta a una serie de personajes a cada cual mas increíble: ¿Hay alguien que se pueda creer a Mark Wahlberg como inventor cachas que dejó preñada a su novia en el instituto o a su hija cuya mayor justificación en la historia aparte del rollo paterno-filial mil veces explotado en pantalla es llevar unos mini pantalones para que su padre le eche en cara lo pequeña que es su ropa y para que los adolescentes hormonados solo se fijen en las piernas de la chica? o ese personaje interpretado por T.J Miller imposible ubicarlo como socio/trabajador del personaje interpretado por Mark Wahlberg pero que nos deja uno de esos momentos impagables para todos aquellos que seguimos la serie “Silicon Valley” ya que su personaje parece intercambiarse los papeles con el de Thomas Middleditch, si en la serie es Miller quien le recuerda a Middleditch el contrato firmado por ambos acerca de sus patentes, es Wahlberg quien hace lo mismo en “Transformers: La era de la extinción” con el propio Miller. Su personaje resulta de lo más refrescante de la cinta ya que este pone un ligero punto cómico sin caer en lo excesivo o histriónico. Pero los actores que brillan por encima del resto son Kelsey Grammer y Stanley Tucci, el primero de ellos da vida a un agente de la CIA capaz de llegar a un acuerdo con un temible robot alienígena pero incapaz de formar un equipo de mercenarios que no se dejen patear el culo por un tío que no tiene donde caerse muerto y Stanley Tucci cuyo personaje.. si.. parece tener una cierta evolución dentro de la historia convirtiéndose en el típico personaje payaso pero que demuestra que el actor se lo ha debido pasar en grande rodando la película.
“Transformers: La era de la extinción” da todo lo que se espera de una cinta de Michael Bay: Poca historia, personajes planos, mucha pero que mucha bandera americana (Aunque hay algún plano donde al director se le ha pasado poner alguna… lo que le puede hacer restar puntos en su afán de conseguir el premio al director mas patriota), mucha publicidad mostrada sin el menor pudor, modelos que aparecen en pantalla sin mucho sentido, el concepto del ritmo del director (Cambiar de plano rápidamente, efecto que parece dar ritmo o tensión a la escena pero que solo consigue crear confusión en el espectador y si bien no llegamos a estar ante la pelea final de “Transformers: El lado oscuro de la Luna” en algunas ocasiones no tenemos muy claro que esta pasando o donde están ciertos personajes), planos marca de la casa (Podemos coger ciertas tomas de esta o de otras cintas de Bay y sin ningún tipo de duda sabremos quien las ha grabado, otra cosa será ubicar esa escena en la película correcta) y por su puesto nos vamos a encontrar ante el alto concepto que tiene el director de su propio cine ya que siempre parece que este esté rodando la gran película americana de acción.
Hay dos puntos sobre los que habría que hacer un par de comentarios breves. Uno de ellos es que parte de la historia sucede en China y es que parece que el cine americano sigue queriendo explotar la gran cantidad de potenciales espectadores que hay en ese país, y el otro es: ¿Alguien me puede explicar el por que de “La era de la extinción?, ¿No queda muy pillado por los pelos con todo lo que ocurre en pantalla o es que se ha intentado explotar el título de “Terminator 2: El juicio final” aprovechandose de lo que supuso aquella película y dar a la cinta de Bay una solemnidad que no tiene? Con todo “Transformers: La era de la extinción” es una película fácilmente disfrutable por todos aquellos a los que les gusta el cine de acción y comulgan con la idea de espectáculo de Bay pero que les dejará la sensación de estar ante una cinta transición y que demuestra que mientras estas películas sigan funcionando bien en taquilla habrá muchas mas secuelas.. Y para el resto.. bueno… son casi tres fresquitas horas en una sala de cine que con el veranito no esta mal…[/tab]
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