Crítica Thanatomorphose
En 1988 un joven alemán llamado Jörg Buttgereit y que contaba por entonces 25 años impactó a medio mundo con su primer largo de ficción titulado “Nekromantik” (Antes Buttgereit había dirigido un film de episodios titulado “Jesus – Der Film” junto con varios directores mas) en la que narraba las aventuras de una joven pareja aficionada a la necrofilia, es decir que los protagonistas se sentían atraídos sexualmente por los cadáveres. Siendo mínimamente objetivos a la hora de analizar la cinta de Buttgereit no podemos dejar de lado que excepto un par de escenas realmente escabrosas la cinta resultaba bastante limitada en todo los aspectos especialmente en el del guión: poca historia y escenas que no aportaban nada alargadas hasta la saciedad como la visita del protagonista al cine. Tres años después Buttegereit dirigió la segunda parte de su cinta esta vez con mas medios y con mucha mas duración, si la primera cinta duraba 78 minutos para desarrollar la segunda parte el director alemán se fue hasta los 108 minutos, pero por desgracia “Nekromantik 2” tenia el mismo fallo que la primera: un escaso guión que dejaba demasiadas escenas vacías y que rompían el ritmo de la historia.
En 2012 el canadiense Éric Falardeau dirigió “Thanatomorphose” una morbosa cinta no apta para todo tipo de público donde una joven descubre como su cuerpo se esta descomponiendo en vida. Falardeau encierra a su protagonista en un espacio único, su apartamento y dota a su cinta de un aire underground que puede frenar a mas de uno (si la sinopsis de la historia no lo había hecho antes… pero claro, el hombre es curioso y morboso por naturaleza y este tipo de cine tiene en ese morbo su principal baza… siempre recuerdo la escena de “Crash” en la que Vaughan le comenta a Ballard eso de que todos somos morbosos ya que cuando vemos que se ha producido un accidente todos aminoramos la marcha y no podemos evitar mirar a ver que ha pasado) Rodada con pocos actores y mucho talento a la hora de saber donde colocar la cámara para sacar el máximo partido del espacio y los efectos especiales, alejándose del mainstream ya que según palabras del propio director “el horror no puede ser mainstream ya que este (el horror) debe lidiar con situaciones que son desagradables o tabú por lo tanto no comerciales y lo hace de una forma poco convencional: extrema violencia, estética experimental…”
No hemos de quedarnos con la mera excusa argumental de “Thanatomorphose”, su director ha intentado usar la necrosis que sufre la protagonista como metáfora acerca de como se siente esta, su descomposición es tanto física como psicológica y por si había algún tipo de duda el autor divide a su película en tres capítulos (Despair, Another, Oneself) que muestran los sucesivos pasos en la degradación de esta y por si esto fuera poco, por si el juicio del espectador estuviera nublado con la impactante idea en la que se basa la película de Falardeau, este lo recalca en el final del capítulo uno donde los amantes de la protagonista cual salvajes encerrados en una jaula se reparten trozos del cadáver de ella. Y es que aquí esta el quid de la cinta, el proceso de descomposición que sufre la protagonista deriva de ser el objeto de deseo de su novio y de uno de sus amigos donde parece que lo importante son los sentimientos de ellos y lo el de ella. Falardeau lejos de querer hacer solo una película impactante ha intentado dotarla de un mensaje y reconoce que su obra esta “directamente inspirada en la teoría de la desesperación desarrollada por Soren Kierkegaard en su “Tratado de la desesperación”, la desesperación es una enfermedad mortal, no es solo la peor de nuestras miserias si no también nuestra perdición…
Es probable que “Thanatomorphose” pueda ser considerada como el “Nekromantik” del siglo 21 debido al impacto que produce su visionado. Ambas dos películas comparten la idea de la muerte como núcleo común aunque abordada de muy distinta manera y ambas cintas poseen también una temática sexual innegable y como ocurría con la muerte abordada de distinta manera en ambas películas pero mientras en “Nekromantik” estamos ante una cinta que intenta provocar pero sin ir mas allá de lo que sería una degeneración de una historia de amor, en “Thanatomorphose” el director intenta también provocar pero con la intención de usar esa provocación y ese mal rollo para justificar los sentimientos de la protagonista. Lógicamente mucha gente podrá encontrar esto como un tremendo acto de pedantería pero también muchos encontraremos este hecho como la forma de usar una idea impactante para contar algo mas. Cada uno debe de ser quien decida y juzgue acerca de la forma que el director ha escogido para narrar el proceso de desesperación que sufre la protagonista, tanto físico como psicológico. Ambos estados no solo quedan recogidos gracias a un por momentos impactante maquillaje y a las reacciones de la protagonista sino que también quedan reflejados en las escenas de los sueños “que compensan la lentitud y la estética excesivamente estática del resto de la película mientras estas escenas ponen énfasis en el estado físico y psicológico de la protagonista”.
“Thanatomorphose” es una cinta con la que no hay termino medio, o gusta o se rechaza sin contemplaciones. Su radical propuesta para acercarse a la desesperación de la protagonista no esta hecha para todo tipo de públicos a lo que hay que sumar su ritmo lento y la escasez de diálogos. Falardeau ha rodado una cinta que va mas allá de las imágenes intentando dotarla de un mensaje, el problema que es la forma elegida para contar su historia puede hacer que mas de uno no se quede con la idea de lo que Falardeau quería contar, la forma puede matar el contenido. Interesante muestra de cine extremo.
Lo mejor: El proceso de descomposición que sufre la protagonista
Lo peor: La radicalidad de su propuesta puede jugar en su contra.
Título: Thanatomorphose
Año: 2012
Género: Terror – Drama
Duración: 96 min
Director: Éric Falardeau
Guión: Éric Falardeau
Interpretes: Émile Beaudry, Eryka Cantieri, Roch-Denis Gagnon, Simon Laperrière, Pat Lemaire, Karin Picard, Kayde Rose, David Tousignant
Sinopsis: Un día como otro cualquiera una joven se despertará y descubrirá que cuerpo se esta descomponiendo en vida.