Crítica The Signal (2014), de William Eubank

Poster the signal

Poster the signalEn “The Banshee Chapter”, Blair Erickson trataba una idea bastante prometedora pero que resultaba totalmente desaprovechada, una a priori interesante aproximación al proyecto MK-ULTRA junto con los experimentos que se llevaron a cabo y que han sido germen para todo tipo de leyendas urbanas pero que hacían que la película acabara por convertirse en una cinta mas del montón, lastrada por unos personajes que no acababan por cuajar y por un desarrollo demasiado convencional. En ella Anne Roland, interpretada por Katia Winter, buscaba a un amigo desaparecido tras ingerir una extraña droga y donde una extraña señal de radio de origen desconocido será clave en su investigación. Poco más de un año después nos llega esta “The Signal” que parece tomar ciertos elementos y escenas de “The Banshee Chapter” que nos hacen temer lo peor, que nos hacen pensar que vamos a estar otra vez ante otra cinta total y absolutamente decepcionante. Pero en este caso la historia que nos cuenta la película en manos de su director y guionistas consigue alejarse del nefasto recuerdo de la cinta de Erickson y nos deja uno de los thrillers de ciencia ficción mas personales y estimulantes vistos en mucho tiempo.

A diferencia de “The Banshee Chapter”, en “The Signal” los tres amigos no andan tras la pista de una persona desaparecida si no tras un hacker que por momentos parece jugar con ellos. Resulta clara la conexión entre ambas películas gracias al descubrimiento de la casa donde vivía una de las protagonistas (En el caso de la cinta de Erickson) o donde se supone que esta escondido el hacker y que resultan muy, demasiado parecidas lo que hace que obviamente relacionemos ambas películas y que sea en este preciso momento donde parezca que a Eubank se le va a escapar su cinta de las manos y se va a mostrar incapaz de ofrecernos algo minímamente interesante. Pero donde “The Banshee Chapter” acaba es donde “The Signal” empieza, donde todas esas películas intentan jugar con la idea de dejarnos con la pregunta de que habrá pasado, de que será de alguno de los personajes es donde “The Signal” arranca y lo hace de una manera notable ya que tras el despertar de Nick (Brento Thawaites) en ese extraño centro médico y gracias a sus conversaciones con Laurence Fishburne, Eubank consigue no solo mantenernos en vilo si no que queramos saber que ha ocurrido con este y sus dos amigos y por que han acabado allí.

Es inevitable pensar durante gran parte de la cinta en “Cube” claustrofobica película que supuso el debut de Vincenzo Natalli en la gran pantalla donde un grupo de personas despiertan en un extraño cubículo sin saber como ni porque han llegado allí. Eubank parece querer transmitirnos esa sensación de agobio al mostrarnos a los amigos encerrados en un espacio mínimo donde están controlados todo el tiempo y si bien aquí las personas que los tienen encerrados dan la cara (No como en “Cube” donde no sabremos gran cosa de quien ha encerrado a los protagonistas hasta alguna de las muy decepcionantes secuelas) las dudas que surgen son básicamente las mismas que en la cinta de Natalli (Aunque ha de quedar claro que el resultado final de ambas cintas dista bastante entre ellas). Eubank construye su película en base a las conversaciones entre los que podríamos definir como personajes principales de la cinta (Thawaites y Fishburne, bien secundados por el resto de los actores sobre todo por Olivia Cook, lo mejor de la muy decepcionante “The Quiet Ones” y que aquí vuelve a demostrar que apunta maneras), a una atmósfera de misterio y al intento de dotar a sus personajes de una historia (Por lo menos para dos de ellos) y darles un poco de entidad propia intentando sacarles de esa linealidad que hay a la hora de construir a estos personajes en este tipo de películas.

William Eubank consigue que su cinta no se aleje en cuanto a la forma, al menos en algunos momentos, de cintas como “Another Earth” o “Sound of my voice” (Aunque “The Signal” posee efectos especiales, alguno de ellos bastante elaborado, no son la causa y justificación de la historia como suele pasar en muchas cintas de ciencia ficción) que jugaban con un concepto de cine independiente de ciencia ficción sin dejar de lado a los protagonistas y conseguían mantener el interés de las preguntas formuladas hasta el final de las mismas. Tanto parece que “The Signal” juega en la misma liga que “Another Earth” que podríamos intercambiar la banda sonora de esta película (O al menos alguno de los temas) con la dirigida por Mike Cahill y podría funcionar perfectamente con las imágenes y con el tono que el director ha dado a su cinta. Eubank sabe mantener el tipo a la hora de insertar ciertas escenas intimistas (la enfermedad del protagonista, la relacione con su novia…) en medio del caos en el que se encuentran los protagonistas sin caer en el ridículo o en lo excesivamente sensiblero, ese equilibrio entre lo personal y la ciencia ficción resultan uno de los puntos mas agradables de esta cinta.

Pero no todo es notable en “The Signal” y es que es común que todas estas cintas tengan un mismo problema: las expectativas están tan altas, las propuestas son tan estimulantes que es difícil para un espectador no sentirse un tanto decepcionado a la hora de conocer las respuestas a las preguntas planteadas (Aquí nos alejamos un tanto del concepto de “Cube” ya que en “The Signal” obtendremos todo tipo de respuestas no como ocurría con la cinta de Natalli) Con todo Eubank consigue que superemos esa ligera decepción y nos regala una notable parte final que hace que guardemos un muy buen recuerdo de esta cinta. De obligada visión para todos aquellos amantes de la cinta de ciencia ficción que no se olvida de los personajes. Muy interesante.

Lo Mejor: Las conversaciones entre Thwaites y Fishburne
Lo Peor: Cierta decepción a la hora de darnos respuestas. La escena inicial en la casa del hacker.

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