[Crítica] Shutter Island
Martin Scorsese parece sentirse cómodo rodando con Leonardo DiCaprio ya que repite con él como protagonista tras su experiencia en El Aviador. Scorsese ha hecho un buen puñado de películas magistrales, aunque lamentamos decir que Shutter Island no se puede incluir entre las mejores.
Basada en una novela del mismo título escrita por Dennis Lehane, y ambientada en 1954, cuenta una historia de intriga psicológica en la que dos detectives de policía, DiCaprio y Mark Ruffalo, llegan a una prisión para enfermos mentales investigando la desaparición de una de las internas.
Pero Shutter Island es una película de misterio sin misterio. Un film que basa toda su efectividad en crear una intriga que, pesar de estar excelentemente contada, se ve venir de lejos. Scorsese va dejando demasiadas pistas de lo que trata de esconder. Aunque está rodada con la maestría propia del director, su principal baza, el suspense, no funciona. Y eso la hace fallida de largo. Cualquier espectador con cierto background cinéfilo se dará cuenta desde el primer fotograma ante qué tipo de película se encuentra y estará en guardia. Es casi inevitable averiguar desde el minuto cero cuál va a ser el final. Scorsese deja demasiadas claves al descubierto para una película que pretende basarse toda ella en el suspense y el desconocimiento.
Tampoco ha estado el director atinado con el casting, seleccionando a una serie de actores demasiado encasillados que hacen que todo huela mal desde el principio y que se masque la tensión desde el comienzo. Muy pronto el espectador se da cuenta de que hay algo extraño alrededor del protagonista y de que nada es lo que parece. El sobrevalorado DiCaprio vuelve con su pinta de guarrete sudoroso y mal afeitado habitual, Ben Kingsley repite con su personaje inquietante de siempre, y cuando hace falta un personaje alemán siempre está ahí Max Von Sydow para aportar su usual caracterización. Sólo el versátil Mark Ruffalo se sale un poco de lo preestablecido. A Scorsese le ha salido una película un pelín pretenciosa, con una ambientación y argumento que, en cierto modo, traen a la mente El Corazón del Ángel de Alan Parker, pero mucho peor desarrollada. Un trabajo sobre el que no queda más remedio que preguntarse si era necesario tanto minutaje para lo que cuenta. Muchas escenas son excesivamente largas e incluso innecesarias, llegando a una conclusión exageradamente alargada cuando apenas queda intriga por desenmarañar. Shutter Island será un entretenimiento para el neófito, pero es un aburrimiento para el espectador avisado. Una película sin sorpresas que, precisamente, pretende sorprender. Así que disfruten del viaje y no se preocupen tanto por llegar al destino.