Crítica Indiana Jones y la Última Cruzada

Mini-crítica sin spoilers: Ver para creer. Tras dos absolutas Obras Maestras del cine de aventuras, el trío Spielberg-Lucas-Ford consiguió lo imposible dándonos una tercera entrega incluso más perfecta que sus ya de por sí perfectas predecesoras. La más espectacular, trepidante, divertida y emotiva de la saga, ‘Indiana Jones y la Ultima Cruzada’ debería ser la guía, el referente, de como hacer este tipo de cine. Debería estar en un museo. NOTA: 10/10

Crítica completa con spoilers:
Esta es la aventura más personal para el héroe. Es en la que más se profundiza en él, en la que mejor está nuestro protagonista. Y también en la que más maduro le vemos, y es que si tenemos en cuenta la cronología interna (cosa, obviamente, en absoluto necesaria para disfrutar de esta película) y tomamos a ‘El Templo Maldito’ como la primera aventura de esta saga, vemos una evolución sutil pero clara en el héroe. A esto ayudó un Harrison Ford, mejor que nunca, de ya 47 tacos.

Este afán por mimar al personaje, por hacer que los fans lo adoren aún más, se hace evidente ya desde el brillante prólogo, en el que somos testigos de la primera aventura de Indy. Un segmento maravilloso, pues nos permite conocer el origen de sus rasgos más famosos. Su fobia a las serpientes, el látigo, la cicatriz de la barbilla (puntazo hacer que actor y personaje estén irremediablemente unidos por ese detalle)… Y una cosa más. Se le ponen a uno los pelos de punta cuando ese misterioso cazatesoros, fuente de inspiración para Indiana, le entrega a este su sombrero, empieza a sonar el tema característico del personaje, y vemos ya a un Indy adulto, sonriendo con nostalgia, y a punto de recuperar por fin la maldita Cruz de Coronado. Francamente, creo que solo por este prólogo, la película ya sería mi favorita. Pero la cosa no ha hecho más que empezar, y, teniendo quizá el ritmo más constante de la saga, sin bajar la intensidad ni por un segundo (estudios científicos aseguran que es físicamente imposible aburrirse con esta cinta), nos metemos de lleno en la búsqueda del McGuffin de turno (nada menos que el Santo Grial, y cuya auténtica función es unir a un padre y un hijo), embarcándonos así en una, como no, apasionante aventura que recupera elementos de ‘En busca del Arca Perdida’: Una estructura más de aventura clásica que la de la anterior película, Marcus, protagonista de varios momentazos cómicos para enmarcar, los Nazis como antagonistas, y, más adelante, el entrañable Sallah. Como novedades, tenemos a la nueva “chica Jones”, la doctora Elsa Schneider, que responde a un estereotipo de mujer diferente a lo visto hasta ahora en la saga. Así, a lo largo de las tres películas vemos tres prototipos distintos: Primero la chica dura e intrépida, luego la chillona damisela en apuros, y ahora la femme fatale.

Pero sin duda, cuando la peli se vuelve verdaderamente especial es con la aparición de uno de los personajes más recordados de la saga:el padre de Indy, Henry Jones Sr., encarnado por un sublime Sean Connery, que nos regala frases y momentos divertidísimos imposibles de olvidar. La relación entre padre e hijo, plasmada a la perfección, es lo mejor del film, pues en todo momento nos creemos sus tiranteces y diferencias, así como la progresiva reconciliación entre ambos, verdaderamente emotiva. Además, la química entre los dos actores es perfecta, formando un dúo cómico memorable. Indy nunca ha tenido un acompañante mejor.

Y mientras vemos esta genial relación, la acción y el espectáculo no cesan, pues cada vez que nuestros protagonistas salen de un lío se meten en otro aún mayor, dando como resultado un crescendo imparable y escenas para el recuerdo. Lo dicho, imposible aburrirse. Así llegamos a la persecución en el desierto con un tanque de por medio. La joya de la corona, un prodigio de dirección y montaje que deja exhausto y humilla a supuestos grandes directores actuales de acción (te miro a ti, Bay). ¿De los mejores segmentos de la saga? Sin duda alguna.

Pero la emoción sigue subiendo con el clímax, la tres pruebas que Indiana debe pasar para llegar hasta el Grial y salvar a Henry. Esto es lo que diferencia a esta peli de las otras y le da la categoría de épica: En última instancia, Indy no lucha por recuperar una reliquia o por vencer a un villano, sino por la vida de su padre. Y personalmente, el instante en que da el salto de fe en la tercera prueba sigue poniéndome los pelos de punta, dan igual las veces que la vea.

Y aún hay otro gran momento digno de mención. Me refiero a cuando, tras la muerte del villano y de la codiciosa Elsa, Indy, también hechizado por el Grial, queda en la misma situación que ella antes y está a punto de caer. Y Henry, llamándole Indiana en vez de Junior por primera vez, le pide que lo deje y le de la otra mano. Joder, ¿Que por qué es mi favorita de la saga? Bueno, daré un último motivo: Ese maravilloso final, el mejor de la saga, con Indiana y sus compañeros cabalgando hacia la puesta de sol, con la mítica música de John Williams sonando a todo volumen. Un cierre perfecto para la que debió ser la última cinta protagonizada por Henry Jones Jr.

Seguiríamos viendo a este genial héroe en libros y videojuegos (como el magistral ‘Indiana Jones and the Fate of Atlantis’… Quizá algún día hable de él), pero lo inevitable finalmente sucedió y nos llegó una cuarta película que analizaremos próximamente. Hasta entonces, os animo a dejar vuestra opinión de la que toca ahora, una rotunda Obra Maestra.

+ Crítica En busca del Arca Perdida
+ Crítica Indiana Jones y el Templo Maldito

Autor: dr.indy