Crítica 12 años de esclavitud, de Steve McQueen
Con sus dos primeras películas, Hunger (2008) y Shame (2009), que dirigió y escribió, este director inglés se había hecho con buena parte de la crítica, sobre todo en el circuito de festivales europeos, contando con el trabajo de Michael Fassbender uno de los actores en mejor forma del momento. Ahora estrena su película más comercial sin renunciar a buena parte de su estilo visual, contando con la ayuda de grandes actores y de profesionales como Hans Zimmer, que sorprende con una banda sonora mucho más tranquila y contenida de lo habitual, convirtiéndose en uno de sus mejores trabajos.
Basada en hechos reales, nos narra la historia de un músico negro libre que es secuestrado en Washington y vendido como esclavo en el sur de Estados Unidos, donde se verá obligado a realizar los trabajos más duros –madera, algodón, caña de azúcar- y a sufrir un sinfín de penalidades, sin llegar a perder nunca la esperanza y centrado solamente en sobrevivir. El protagonista es Chiwetel Ejiofor y aquí nos ofrece su mejor interpretación, ya que hasta ahora lo habíamos visto en papeles menores como en American Gangster o 2012 a excepción de Redbelt, una pequeña película muy buena de David Mamet donde estaba muy convincente. Aquí es capaz de transmitir toda la desesperación e injusticia que sufre en sus carnes, de modo que el espectador asiste atónito a las crueldades a las que es sometido. El carácter episódico que tiene toda la película, ya que el personaje se mueve de un escenario a otro, permite al protagonista compartir minutos con estupendos actores como Paul Giamatti, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Michael K. Williams y un espléndido Fassbender, de nuevo a las órdenes del director por tercera vez consecutiva. Cada uno de estos personajes nos ofrece un punto de vista diferente sobre la esclavitud. Están aquellos que solo lo ven como un lucrativo negocio y no tienen ningún escrúpulo, otros los consideran seres inferiores a los que maltratar y otros poseen una doble moral en verdad llamativa, sobre todo teniendo en cuenta lo religiosos que son. Fassbender merece comentario aparte, dando vida a uno de esos villanos difíciles de interpretar, auténticos monstruos que asustan por lo reales que quedan en pantalla. Brad Pitt también tiene un pequeño papel, demostrando porqué es uno de los hombres más inteligentes del Hollywood actual, ya que ejerciendo de productor se asegura su nombre en una de las películas que más van a sonar en los próximos Globos de Oro y Oscars y además interpretando uno de los pocos papeles “de bueno” de toda la película.
12 años de esclavitud es emotiva y su director logra captar la atención del espectador. Como único punto negativo –la fotografía es preciosa y las interpretaciones están todas muy bien-, los largos planos de McQueen hacen que el metraje se vaya a algo más de dos horas, mucho tiempo después de que el espectador esté ya saturado de cruentas escenas, repletas de latigazos y abusos. Porque el director sigue manteniendo esa mirada adulta y difícil que ya tenía en sus películas anteriores, alejando esta producción de otras que trataban el mismo tema desde diferente óptica, como Django desencadenado o Lincoln, el año pasado. Las numerosas nominaciones a los Globos de Oro garantizan su presencia en los Oscars y tanto el director como sus dos actores principales, además de Zimmer, son más que claros candidatos.

Año: 2013
Duración: 133 min.
País: Reino Unido
Director: Steve McQueen
Guión: John Ridley (Biografía: Solomon Northup)
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Sean Bobbitt
Reparto: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong’o, Sarah Paulson, Brad Pitt, Alfre Woodard, Michael K. Williams, Garret Dillahunt, Quvenzhané Wallis, Scoot McNairy, Taran Killam, Bryan Batt, Dwight Henry
Productora: Summit Entertainment / Plan B / River Road Entertainment / New Regency Pictures / Film4