Crítica Cabin Fever: Patient Zero
La saga iniciada por Eli Roth y continuada por Ti West tiene en esta tercera parte la primera de las precuelas programadas donde de la mano del director Kaare Andrews y el guionista Jake Wade Wall se intenta explicar como se originó y propagó el terrible virus que devora la carne de toda aquella persona infectada por el. Si algo tenían la cinta dirigida por Roth como la de West era un malsano sentido del humor, una extraña mezcla de cine gore con comedia que hacia de ambas cintas unas películas que podían descolocar a los espectadores. La cinta dirigida por Ti West, que personalmente me parece muy entretenida y festiva, es vilipendiada por muchos de los seguidores del original por su exceso de humor (A veces no del todo conseguido ya que el personaje del policía acaba por saturar) y por situar la cinta en un baile de graduación de un instituto americano (Aunque hay grandes cintas de terror situadas en este tipo de bailes como “Carrie” de Brian De Palma u otras cintas que sin llegar al nivel de esta resultan altamente entretenidas como “Dance of the Death”). Pero “Cabin Fever 2: Spring Fever” no era mas que un elefantiásico ejercicio de humor negro y de gore, hecho por y para divertir al personal, cogiendo las pautas marcadas por Roth en su debut cinematográfico y llevandolas al exceso.
Ahora llega “Cabin Fever: Patient Zero” precuela de ambas cintas y donde lo primero que echamos de menos es ese sentido del humor propio de sus predecesoras y que las hacían diferentes del resto de propuestas de similares características. La cinta de Andrews se pone desde el inicio demasiado seria, casi cayendo en la pretenciosidad, no se atisba esa humildad y esa sencillez que había en las cintas de Roth y West. Andrews y Wade Wall hacen que nos acordemos de “Rec 3 Génesis” ya que curiosamente ambas películas comparten varios puntos como ser la tercera parte de una exitosa saga y ambas ser precuelas. Además tanto “Cabin Fever: Patient Zero” como “Rec 3 Génesis” sitúan su acción en el entorno de una boda, la primera y de la que aquí nos ocupamos en una despedida de soltero y la segunda en la cena de celebración. Pero lo más decepcionante de ambas cintas es que tanto la película dirigida por Andrews como la dirigida por Paco Plaza no ofrecen lo que prometen. Al ser precuelas esperamos que nos ofrezcan ciertas respuestas a las preguntas que surgieron a lo largo de la saga, ¿Que es el virus?, ¿De donde surge?, ¿Porque se propaga hasta un pueblecito de los Estados Unidos?. Aunque en el caso de la cinta de Andrews se ofrecen ciertas respuestas, estas por tópicas resultan del todo decepcionantes, para llegar a ciertas conclusiones no era necesario perder hora y media de nuestras vidas. Curiosamente en los dos casos una cuarta película promete responder a todo aquello a lo que no se nos contestó en estas cintas por lo que parece que por desgracia estamos ante un par de intentos por alargar el negocio antes que por contar algo minimamente interesante.
Pero no solo “Rec 3 Génesis” nos viene a la cabeza al ver “Cabin Fever Patient Zero”, “World war Z” película de zombies hecha por y para el lucimiento de Brad Pitt también esta presente. Esas conversaciones entre el paciente cero y el doctor Edwards nos hacen imposible no acordarnos de la conversación entre Pitt y David Morse acerca de como se originó el virus. Ambas cintas siguen líneas distintas, ambas escenas están planteadas de diferentes maneras pero hay una esencia común a ambas que hace que por momentos las dos películas se hermanen. La seriedad, la solemnidad al tratar al personaje interpretado por Sean Astin nos lleva a pensar que Andrews y Wade Wall han querido volar demasiado alto dando a su cinta un trasfondo dramático del todo innecesario. Pero aún con todo eso, la historia del paciente cero tiene mucho mas interés que la de esos chicos que quieren correrse una juerga antes de la boda de uno de ellos. Estas dos historias que obviamente acabaran por coincidir resultan del todo desiguales, la primera pretenciosa pero interesante, la segunda aburrida y carente de interés, por desgracia esta segunda historia acaba por cansarnos y por mucho que encontremos algún momento realmente agradable, desde el punto de vista gore (Aunque ya lo hayamos visto mucho antes, y es que las películas que vienen a la cabeza no se quedan solo en las ya antes mencionadas, la notable “Excision” hermana mayor de “May, quieres ser mi amigo” (“May”) esta mas que presente en la escena del cunnilingus que el hermano del protagonista le hace a su novia) resulta del todo decepcionante y aburrida. Personajes planos y vacíos, algo del todo lógico en este tipo de cintas, pero que no son usados por parte del director como meros títeres para regalarnos lo que queremos ver al acércanos a una cinta de la saga de Cabin Fever: gore, simple y llanamente gore del bueno.
La historia que cuenta “Cabin Fever: Patient Zero” no brilla precisamente por su originalidad o por su sentido ya que todo parece estar preparado para justificar lo injustificable (¿Entras a tratar a un paciente infectado con un virus mortal sin ningún tipo de protección?). Pero lo que es peor: después de ver esta cinta el espectador acaba con mas preguntas que respuestas y con la sensación de que has vuelto a ver la misma historia con distinto envoltorio y que por momentos el director tenia que llenar metraje presentándonos a unos personajes cuyas vivencias no nos interesan absolutamente nada. Como seguidor de la saga de “Cabin Fever” esperaba más de esta cinta, esperaba respuestas que no fueran obvias, esperaba gore y esperaba mucho humor negro. Y en “Cabin Fever: Patient Zero” no he encontrado nada de eso.
Lo Mejor: La escena inicial de la película
Lo Peor: No aporta nada nuevo
Año: 2014
Genero: Terror – Gore – Infectados
Duración: 91 min
Director: Kaare Andrews
Guión: Jake Wade Wall
Música: Kevin Rielp
Interpretes: Sean Astin, Currie Graham, Ryan Donowho, Brando Eaton, Jillian Murray, Mitch Ryan, Solly Duran, Lydia Hearst
Sinopsis: En una remota isla del Caribe un grupo de científicos esta estudiando a un paciente que parece inmune a un brutal virus que devora la carne de los infectados. Unos jóvenes que quieren celebrar una despedida de soltero se verán envueltos en medio de una pesadilla que nunca pudieron llegar a imaginar.