Crítica Bajo la misma estrella
Al principio de “El club de la lucha” (“Fight Club”) el personaje interpretado por Edward Norton toma la decisión de acudir a grupos de autoayuda como método para luchar contra su insomnio. Hazel Grace que padece un cáncer de tiroides fase IV es obligada tanto por sus padres como por sus médicos a acudir a un grupo de autoayuda para poder afrontar la situación en la que se encuentra. No es casualidad que empiece a escribir acerca de la adaptación de la novela de John Green hablando de la de Chuck Palahniuk ya que a pesar de que ambas películas toman caminos muy distintos y que su aproximación a los grupos de autoayuda es bastante diferente no podemos pasar por alto ciertas similitudes existentes en ambas obras a la hora de abordar este delicado tema. Si en “El Club de la lucha” el narrador de la historia conoce a Marla Singer a la que define como esa molesta llaga al fondo del paladar a la que no puedes dejar de dar con la lengua, en “Bajo la misma estrella” Hazel Grace conoce a Gus Rivers personaje totalmente antagónico al interpretado por Helena Bonham Carter en la cinta de Fincher ya que esta era una pesimista obsesionada con la idea del sufrimiento, mientras que Rivers conocedor de lo que significa sufrir intenta enfrentarse a la enfermedad, intenta ocultar todo lo que verdaderamente siente gracias a un optimismo por momentos excesivamente exagerado, sobre todo porque resulta sorprendente la madurez con la que un adolescente se enfrenta a una enfermedad como esta. No solo esta idea enlaza con la película de Fincher, el tono utilizado por Hazel Grace para hablar del problema testicular del jefe del grupo de autoayuda podría, sin ningún tipo de problema, haber formado parte de uno de los monólogos de Edward Norton en “El Club de la lucha” cuando por ejemplo habla sobre la enfermedad de Bob Paulsen (Meat Loaf). Ese sarcasmo tan propio del personaje de Edward Norton como de Hazel Grace cuyas vidas y sus mundos se desmoronan, su encuentro con dos personas con las que se complementaran perfectamente afectando de forma positiva o negativa a su existencia nos hace imposible olvidarnos de “El Club de la lucha” al principio de esta cinta.
A pesar de encontrarnos ante una película con un componente dramático muy marcado, el director y tras el arranque de la misma parece querer retomar el espíritu de “Las ventajas de ser un marginado” (“The Perks of being a wallflower”) una de las mas gratas sorpresas recientes en lo que a cine de y con adolescentes se refiere. La cinta de Stephen Chbosky también basada en una novela aunque en este caso adaptada al cine por el propio director no huía de los traumas y de la extraña sensación que sienten muchos adolescentes que no encuentran su sitio en el mundo pero emanaba un optimismo y un buen rollismo del todo contagioso. Aunque pueda parecer extraño ya que “Bajo la misma estrella” parece competir con “Alabama Monroe” (“The broken circle breakdown”) como la película que mas ha hecho por la industria del Kleenex en los últimos años, la cinta de Boone se empapa por momentos del mismo espíritu del que hacia gala la cinta de Chbosky para narrarnos la preciosa historia de amor entre los dos protagonistas de la película (Sin dejar de lado la presencia mas o menos fugaz de algunos amigos cuyos miedos y traumas complementaran al de los dos protagonistas pero que servirán para apuntalar el componente tierno de la cinta, Ezra Miller en el caso de “Las ventajas de ser un marginado” y Nat Wolff en “Bajo la misma estrella”)
Si “Alabama Monroe” comenzaba sin hacer ningún tipo de concesión al espectador, de una de las maneras mas brutales y directas que se han visto en pantalla grande desde hace tiempo, “Bajo la misma estrella” nos lleva de la mano plácidamente con una sonrisa en la boca para ir soltándonos poco a poco todo aquello que se ve venir desde un principio. La cinta de Boone no deja de tener ese aroma de cine comercial hecho para un publico mayoritariamente adolescente y huye de la visceralidad que mostraba “Alabama Monroe”, pero esto no significa endulzar ni edulcorar la enfermedad si no que se enfrenta a ella, con ciertas concesiones eso si, de una forma directa pero mas accesible que lo que nos proponía Felix Van Groeningen en su cinta. (Ambas cintas narran la enfermedad de una hija, en el caso de la cinta de Groeningen desde el punto de vista de los padres, en el de la cinta de Boone desde el punto de vista de la chica. Tanto “Alabama Monroe” como “Bajo una misma estrella” muestran imágenes de la enfermedad de la niña, escenas por momentos muy similares que emocionaran a más de uno)
Pero no debemos olvidar lo antes ya comentado, el carácter de cine para adolescentes que tiene esta película y es aquí donde nos podemos encontrar ciertas ideas y ciertas escenas que se podrían considerar algo tramposas (¿A nadie le sorprende que una chica que casi no puede respirar al estar de pie, al subir o bajar escaleras sea capaz de mover una silla de ruedas por el campo? ¿Por que los efectos secundarios de la quimio, salvo una infección, solo se muestran mediante flashbacks y no como parte de la historia que viven los protagonistas en la actualidad? ojo hablo de los efectos secundarios de la quimio y no de la enfermedad en si) y detalles que nos van preparando para ir llorando poco a poco (Es bastante probable que mas de uno/a acabe deshidratado/a al ver esta cinta). Tampoco podemos dejar de lado el puritanismo del que hace gala esta cinta que sin llegar a lo de “Crepúsculo” que parecía una loa a favor de mantener el celibato antes del matrimonio si que deja claro gracias al juego que hacen los protagonistas con unos círculos que hay ciertos valores que parecen inherentes a las cintas comerciales hechas en Estados Unidos destinadas a un público adolescente (En este punto merece la pena la visión y posterior comparación de la cinta de Boone con “Now is good” – “Ahora y siempre” de Ol Parker donde la protagonista que también padece un cáncer terminal quiere cumplir una serie de deseos antes de morir, uno de ellos tal y como se demuestra en la escena inicial de la cinta es perder la virginidad, sentimiento este que parece mucho mas cercano a la juventud real que muchos vemos por la calle)
Shailene Woodley lo mejor de “Divergente” (“Divergent”) y de “Los descendientes” (“The descendants”) pero que parece que lo mas llamativo no es su trabajo si no la extraña dieta a base de cucharadas de arcilla que dice o dicen que toma (Por Dios..espero que esto sea un fake) da vida de manera notable a la protagonista y es capaz de mostrar toda una gama de matices en un personaje que no es precisamente fácil de sacar adelante. Bien respaldada por Ansel Elgort, capaz de enfrentarse a un papel que no es precisamente sencillo, y Laura Dern como madre sufridora. Hay algo que no acaba de encajar con Sam Trammell que interpreta a Michel el padre de la protagonista pero sobre todo el personaje que chirría demasiado es el interpretado por Willem Dafoe demasiado excesivo para el tono general de la cinta, sorprendentemente son sus escenas donde la película baja de interés y que nos hacen pensar que al director se le puede acabar yendo la película de las manos. (Y digo sorprendentemente por que personalmente Dafoe me parece uno de los grandes actores que existen actualmente)
Con todo “Bajo la misma estrella” es una gran película que nos va a llegar muy hondo no solo por el tema que trata si no porque los personajes que se ven involucrados en una historia que resulta demasiado cercana para muchos de nosotros son reales y creíbles. A pesar de ciertas trampas que podemos encontrar durante el desarrollo de la historia la cinta de Boone es una gran muestra de cine que merece la pena ser vista y por decirlo de alguna manera disfrutada. Apoyándose en una excelente banda sonora (Otra cinta donde aparecen los M83) el salto a la gran pantalla de la novela de John Green sin llegar a conseguir lo que hizo Chbosky con su “Las ventajas de ser un marginado” es una gran sorpresa que gustará a muchos. Buen cine adolescente. Recomendable.
Lo Mejor: El buen hacer de Shailene Woodley delante de la cámara y de Boone detrás de ella.
Lo Peor: Los aplausos en la casa de Ana Frank… sobran y mucho…
Año: 2014
Género: Drama
Duración: 126 min
Director: Josh Boone
Guión: Scott Neustadter y Michale H. Weber según la novela de John Green
Música: Mike Mogis y Nate Walcott
Interpretes: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Nat Wolff, Laura Dern, Sam Trammell, Willem Dafoe, Lotte Verbeek, Emily Peachey, Emily Bach
Sinopsis: Hazel tiene un cáncer terminal, obligada por sus padres y sus médicos a asistir a un grupo de autoayuda conocera a Gus Waters otro adolescente que se enfrenta a su enfermedad con humor y optimismo y que le hará descubrir una serie de sentimientos que pensaba que estaban prohibidos para ella.