Crítica Aquella casa al lado del cementerio
Lucio Fulci es una de esas personalidades cinematográficas cuya carrera merecería un profundo análisis y una retrospectiva en cualquier festival especializado en cine de terror que se precie. Leyenda dentro de este género y dentro del gore, el director italiano dejó patentes muestras de su talento gracias a pequeñas cintas de terror que a pesar de ser obras imperfectas resultan películas ciertamente entrañables para todos los amantes del género. A pesar de la gran cantidad de títulos dirigidos por Fulci, este es conocido por muchos por “Zombie 2” (“Nueva York bajo el terror de los zombies”) vendida en muchos países como una segunda parte de “Zombie” (“Dawn of the dead”) de George A. Romero a pesar de no tener nada que ver con esta. La cinta de Fulci dejaba patente su manera de entender el cine de terror y el uso de los elementos gore dentro de la historia, el director italiano nos dejó en esta cinta una de las escenas cumbres dentro del cine de zombies: la pelea entre un muerto viviente y un tiburón. El cine de Fulci no solo se benefició de la publicidad conseguida gracias a vender esta película como una segunda parte apócrifa de la cinta que Romero dirigió un año antes, como queda mas que patente en “Aquella casa al lado del cementerio” Fulci también tomaba otros elementos del cine de terror reciente para llevarlos a su terreno y usarlos para dar rienda suelta a sus obsesiones, en este caso Fulci no tomó como referencia a Romero si no a Kubrick y “El resplandor” (“The Shining”) que igual que en el caso de “Dawn of the Dead” también fue dirigida un año antes que “Aquella casa al lado del cementerio”.
Por mucho que Fulci utilice en su cinta una frase de Henry James o que cite a Lovercfrat como inspiración para desarrollar “Aquella casa al lado del cementerio”, la influencia de “El resplandor” (“The shining”) queda patente sobre todo en el inicio de la cinta. Ambas películas toman el mismo punto de partida: El viaje de una familia a un lugar en medio de la nada (El hotel Overlook en las montañas o la casa Freudstein convenientemente alejada del pueblo) para habitar casas que han sido construidas sobre o a lado de cementerios y donde suceden extraños fenómenos. Pero donde sobre todo coinciden ambas cintas es en que los hijos de los protagonistas, Danny en “El resplandor” y Bob en “Aquella casa al lado del cementerio” tienen amigos a los que solo ellos pueden ver u oír (Tony en el caso de Danny y Amy en el caso de Bob) y que avisan a ambos niños de que no deben ir al hotel o a la casa y todo esto mientras sus padres están reunidos por motivos de trabajo (Jack el padre de Danny haciendo la entrevista de trabajo y en el caso de Bob mientras su padre esta hablando con un colega sobre el trabajo de investigación que va a realizar)
Tras un arranque como este (Incluso se nos cuenta el viaje en coche de la familia protagonista) cualquier espectador es capaz de preguntarse si vamos a estar ante un simple pseudo remake de la cinta de Kubrick o si vamos a estar ante una cinta que tomando elementos de otros va a ser capaz de marcar su propio terreno. La respuesta es que Fulci como ya había hecho en otras de sus obras es capaz de dotar a su cinta de personalidad propia, de tomar todas esas escenas e ideas y llevarlas a su terreno manejando dichos elementos a su antojo. Aún así las referencias a “El resplandor” de Kubrick son mas que patentes durante varios momentos de la cinta (El extraño diseño de las escaleras en la casa que nos recuerdan a aquellas en las que Wendy se enfrenta a Jack Torrance bate en mano, la sangre que mana de la tumba al igual que lo hacia de los ascensores en el hotel Overlook, el uso por parte del niño de un coche de juguete para recorrer brevemente ciertos lugares de la casa o esos primeros planos del protagonista que parecen evocar a las caras que ponía Jack Nicholson durante algunos momentos) pero todo esto que podría hundir a cualquier película es manejado con notable maestría por Fulci para que su cinta levante las mas profundas simpatías entre los amantes del cine de terror.
Pero nuestra posible veneración al trabajo de Fulci no debe hacernos perder la perspectiva y ver que el director italiano vuelve a caer en los mismos fallos que aunque dan a sus cintas un encanto especial no dejan de ser fallos: Escenas mal resueltas (Tras encontrarse a la niñera limpiando un inmenso charco de sangre la protagonista parece quedarse muy tranquila cuando al preguntar a esta que esta haciendo la niñera responde que ha hecho café o la reacción la madre cuando se da cuenta de que la foto que tenían en Nueva York es de la misma casa en la que van a vivir quedándose tan tranquila porque su marido le dice que hay muchas casas parecidas por la zona), personajes cuyas motivaciones no acabamos de comprender (Especialmente el personaje de la extraña, muy extraña niñera y que por momentos parece la hermana menor de la que Richard Donner nos presentó en “La profecía” – “The Omen”) o el uso de ciertos movimientos de cámara y de ciertos planos, especialmente cuando el director se empeña en mostrarnos las miradas de los protagonistas, que no hacen si no que se nos escape una sonrisa de la boca.
“Aquella casa al lado del cementerio” o cualquiera de las otras cintas de Fulci (Recomiendo “El mas allá” – “The Beyond”) no es una cinta con un ritmo acelerado, el director italiano se toma su tiempo en contarnos la historia hecho este que puede hacer que mas de uno acostumbrado a frenéticos montajes (Por desgracia hoy en día muchos directores creen que dar ritmo a una película es cambiar de plano cada segundo), a cintas con sustos desde el minuto uno o con un gore brutal (Los efectos especiales en 1981 no son los mismos que hoy en día y hace que para muchos estos efectos hayan envejecido mal o puedan resultar un tanto cutres) pueda acabar cansando a mas de uno. Tampoco estamos ante una de esas cintas que marcan cátedra en lo que a interpretación se refiere, pero con todo “Aquella casa al lado del cementerio” es una cinta fácilmente disfrutable por parte de los amantes del cine de terror y del gore, una de esas cintas de terror que parece que están sacadas directamente de un ejemplar de “Creepy” o de “Dossier Negro”, una de esas cintas que nos van ganando poco a poco. Su modestia y su falta de pretensiones son su mayores virtudes y una vez que acaba “Aquella casa al lado del cementerio” solo sabemos que queremos que otra cinta de Fulci caiga en nuestras manos para poder disfrutarla.
Lo Mejor: La maestría de Fulci para coger elementos de otros y llevarlos a su terreno.
Lo Peor: Ciertas situaciones mal explicadas o desarrolladas.
Año: 1981
Genero: Terror – Gore
Duración: 87 min
Director: Lucio Fulci
Guión: Lucio Fulci, Giorgio Mariuzzo y Dardano Sacchetti
Música: Walter Rizzati
Interpretes: Katherine MacColl, Paolo Malco, Ania Peroni, Giovanni Frezza, Silvia Collatina, Dagmar Lassander, Giovanni de Nava, Daniela Doria, Gianpaolo Saccarola
Sinopsis: El Doctor Norman Boyle se trasladará con su familia de Nueva York a un pequeño pueblo de Boston para seguir con la investigación de su amigo el doctor Petersen que se suicidó después de matar a su amante. Pronto la familia Boyle descubrirá que en la casa donde vivió Petersen suceden extraños fenómenos…